El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) dio a conocer a través de su agencia informativa que en dichas investigaciones trabajan expertos del IBT y del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF), quienes llevan al menos cinco años en este estudio sobre un grupo de células localizadas en el hipotálamo.
"El científico Jean-Louis Charli Casalonga señaló que el objetivo del proyecto de ciencia básica es entender los mecanismos moleculares y celulares que llevan a la producción y eliminación de la hormona liberadora de tirotropina (TRH) y su relevancia en el control del balance de energía".
"La tirotropina promueve la secreción de hormonas tiroideas por la glándula tiroides; estas últimas controlan el metabolismo celular en todo el organismo... en los animales, el consumo y el gasto de energía son controlados por procesos que ocurren en el cerebro. Diversos circuitos centrales controlan la eficacia de las células de nuestro cuerpo para manejar la energía química que se obtiene a través de la alimentación" explica el comunicado.
En su explicación, el investigador señala que se han enfocado a entender los procesos que en el cerebro regulan la actividad de neuronas que son parte de circuitos de control del metabolismo celular del organismo. Las sensaciones de hambre o saciedad, afirmó el especialista, provienen del tracto digestivo, se transmiten a múltiples partes del cerebro y, en particular, acaban integrándose en una pequeña zona que se llama hipotálamo, donde se localizan neuronas que controlan el eje tiroideo, las cuales envían señales en dirección a la glándula pituitaria.
"Estos mecanismos permiten, entre otras cosas y en coordinación con otros procesos, la estabilidad de peso del individuo; pero al presentar anormalidades en el eje tiroideo durante el desarrollo o vida adulta, puede ocasionar problemas metabólicos como obesidad y/o enfermedades mentales".
En ese sentido, los especialistas estudian en roedores de laboratorio las neuronas localizadas en el hipotálamo que controlan la secreción de la tirotropina por la glándula pituitaria.
De acuerdo con Charli Casalonga, su grupo de investigación y colaboradores (Patricia Joseph y Edith Sánchez) han identificado la piroglutamil peptidasa II, una enzima que “apaga” la comunicación por la hormona liberadora de tirotropina entre la base del cerebro y la glándula pituitaria.
Los especialistas creen que este proceso tiene la capacidad de alterar la actividad del eje tiroideo, y por lo tanto el metabolismo celular en todo el organismo" explica el informe publicado en la página de Conacyt.
De igual manera, el investigador expuso: "con el transcurso de los años nos dimos cuenta de la existencia de una zona muy estrecha en la base del cerebro donde se acumula una especie de switch molecular, localizado en células llamadas tanicitos, que controla el eje tiroideo; estamos investigando las señales que lo regulan. En particular observamos que la falta de sustratos energéticos en el cuerpo del roedor determina el encendido de la enzima. El propósito de este proyecto es entender cómo se integra la piroglutamil peptidasa II en el manejo de energía en el cuerpo”.
Cabe destacar que en su trabajo, revela Conacyt, los expertos esperan que con sus estudios sea posible "entender de una mejor manera el fenómeno de la obesidad desde la ciencia básica. Por otro lado, los resultados del proyecto podrían contribuir eventualmente al desarrollo de fármacos que traten de inhibir esta patología".
“Parte de lo que pasa con esta patología tiene que ver con el descontrol del balance de energía. De alguna forma, las personas con obesidad tienen problemas para mantener un equilibrio entre la ingesta de alimento y la manera de distribuir y gastar su energía; esperamos que estas investigaciones contribuyan a entender mejor a futuro lo que pasa en las personas que tienen obesidad. De ser así, estaríamos detrás de algo importante”, concluye el comunicado.