“Yo creo que festejar la vida con música es lo que se tiene que hacer”, es lo que piensa el cantautor morelense Matiss Ocampo Zárate, quien este 2015 conmemora 15 años de trayectoria profesional. Además, está convencido de que “la música ayuda a curar muchas cosas”.
En el marco de la celebración, señaló que él y sus amigos ofrecerán un concierto, hoy, jueves 3 de septiembre, en un negocio de Acapantzingo, por lo que invita a colegas músicos para que lleven su instrumento y compartan escenario con él.
En entrevista exclusiva para La Unión de Morelos, el también productor musical, arreglista y promotor cultural compartió que su primera composición la realizó a los 14 años y fue dedicada a una novia que tuvo. Después de esa canción compuso el tema “Un fiel trovador”, la cual está incluida en su primer disco, “Quizás”, que lanzó en el año 2001.
En lo que respecta a los géneros que domina, señaló que “inicié componiendo el género de trova, ya que se basa en un sentido poético, trabajado hacia la metáfora, principalmente, y a partir de ello compongo ska, reggae, banda, balada banda, ranchero, bolero jazz, son jarocho, bachata…”.
Su formación musical surgió por una invitación de un amigo suyo, quien lo invitó a formar parte del coro de la iglesia de Tepetates. Ambos eran estudiantes en la escuela “Pestalozzi”. Aparte de ello, Matiss Ocampo refirió que en su casa siempre hubo música, pues su abuelo tenía una discoteca en Cuernavaca (“La Yolis”), motivo por el que abundaban los discos, acetatos y casetes; su infancia estuvo rodeada de la música de Led Zeppelin, Ravi Shankar y Pink Floyd.
El cantautor dio a conocer que “mi padre fue gran amigo de Joan Sebastian y siempre era la plática de la casa, acompañado de su guitarra, Joan compartía sus canciones con todos sus amigos; él fue un ícono muy importante en mi vida; y por otra parte, mi madre escuchaba a Armando Manzanero, escuchaba boleros, música mexicana y de ahí nace mi gusto por la música”, agregó.
Sus primeros pasos en los escenarios se remontan hacia finales de los noventa, a sus 16 años. Ocampo tenía unos amigos que eran dueños de un café, en Acapatzingo, los cuales le dieron trabajo y comenzó a cantar en ese lugar.
Después de ahí se acercó con Sergio Félix, de “Mexicanto”, el cual lo presentó con unos amigos del café actualmente conocido como “La Maga” para seguir sus presentaciones como músico; posteriormente se presentó en un negocio de la Plazuela del Zacate, lugar donde interpretó sus primeras canciones como cantautor y empezó a tocar puertas.
En relación a sus fuentes de inspiración, Matiss asegura: “Me inspira mucho el amor, desamor y la mujer; el tema de los amigos, el tema de la vejez, los ancianos, etc.… El año pasado hice una canción acerca de la depresión de la juventud; me gusta cantar de mis gustos: uno de ellos son por el café y las artes. También compuse una canción a las chicharras de Cuernavaca, pues viví en Alta Vista, cerca de una barranca, y en primavera estaba en pleno apogeo de su canto y me inspiré para sacar una melodía hablando de las chicharras”.
A sus 33 años, Matiss Ocampo es un cantautor reconocido, con una trayectoria musical considerable que contempla 13 discos. Ha realizado giras en ciudades del norte como Monterrey, Saltillo, Nuevo Laredo, Ensenada, Mexicali y Tijuana, donde estuvo impartiendo clases de composición musical, el año pasado.
De sus influencias, dijo: “Me considero gran admirador de los poetas Jaime Sabines Gutiérrez y García Márquez, y en la música admiro a Juan Luis Guerra y Rubén Blades; escucho a Fernando Delgadillo, Armando Manzanero, Joan Sebastian, Silvio Rodríguez y José Alfredo, a quien llevo a mi forma de componer en el estilo ranchero. De todos ellos escucho sus letras y ritmos y sobre eso me baso para componer”.
Destaca la importancia de su familia. Pablo Ocampo Sandoval, padre de Matiss, es artista plástico: se desenvuelve en la pintura, trabaja escultura en madera y también es muralista. Su madre, María Guadalupe Zárate Cruz, es ama de casa y se dedica al comercio de la comida, en tanto que su hermano mayor es licenciado en Comunicación Humana.
“Considero que ellos son parte de este gran sueño, ellos me inspiran y son gran influencia en mi trabajo”, dijo.
Actualmente estudia Artes Visuales en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), por una situación de gusto, de seguir cultivándose y recuperarse de un proceso personal. Estudió arquitectura un tiempo en la UAEM, pero ya estaba muy involucrado en la música, pues dentro de su carrera profesional sacó su primer disco y se inclinó más por las giras y viajar, por lo que decidió dejar la carrera.
Estudió por un tiempo música en La Salle, después en el Centro Morelense de las Artes y de ahí decidió hacer un estudio personal como compositor e impartir el taller de composición musical. “Después de 15 años, me vuelvo meter a estudiar Artes Visuales; llevo tres semanas, la música es la que me da para este gusto de estudiar”.
Sus próximas presentaciones serán en el Festival de la Trova en Ensenada, Baja California, los días 17, 18 y 19 de octubre, en el cual participarán cantautores representativos de México. El lunes 2 de noviembre, formará parte del programa del Festival Miquiztli que realiza la Secretaría de Cultura en el Jardín Borda, y está en un proyecto con su disco “Te me sigues antojando”.
A manera de despedida, Matiss invita a la gente para que escuche su música en su canal de Youtube, en su página web (matissocampo.com), mientras que en Facebook y Twitter lo pueden encontrar como Matiss Ocampo.
“Bendita música. Gracias por la entrevista”, remató.