En este contexto, Vidal Aranda hizo un exhorto a los gobiernos federal y estatal para que volteen la cara a este sector minoritario, por decirlo de alguna manera, que forma parte de una estructura importante en la cadena alimenticia del mexicano, pero también en la parte económica de una comunidad.
“En el 2009, una sola empresa harinera como Maseca recibió de apoyo 50 millones de pesos por parte del gobierno federal; de tal suerte que ésta y tres harineras más están subsidiadas y con ello pueden dar precios de hasta 6 pesos el kilo de tortillas; mientras que nosotros no podemos bajarnos de 12 pesos” apuntó el empresario.
De cualquier manera, dijo, el sector sigue trabajando estrechamente con los programas a los que sí ha podido acceder y continúa en la búsqueda de recursos frescos que le permita ir mejorando sus negocios tanto en nuevas tecnologías, como en contar con un fondo para la compra de maíz que permita garantizar un precio más estable y una paga en la producción de este grano, segura para los productores del campo, enfatizó Vidal Aranda.