Por ello, se ha dispuesto de la ubicación de dos puntos de acopio, uno en las oficinas centrales del DIF estatal, ubicadas en Cuauhtemotzin número 1, colonia Club de Golf; y otra en las oficinas de Bajada Chapultepec, en la colonia del mismo nombre en Cuernavaca; donde se existe el compromiso de transparencia y responsabilidad para la entrega de lo recolectado.

Ante la necesidad que se ha expresado por parte de las autoridades de aquella entidad, la presidenta del DIF Morelos, Mayela Alemán de Adame, hizo un llamado a la solidaridad y generosidad de los morelenses, a favor de la población que en estos momentos más lo necesita: “Quiero pedirles a los ciudadanos de Morelos que nos den la oportunidad y la confianza de ser portavoces de esta generosidad, necesitamos más respuesta”, dijo.

El objetivo es brindar apoyo directo proveniente de los programas fundamentales del Sistema DIF Morelos, como lo es la alimentación y desarrollo comunitario; por ello se mantiene una estrecha coordinación con la Cruz Roja, el Ejército Mexicano y diferentes dependencias del ejecutivo estatal.

Alemán de Adame destacó la estrecha coordinación que se mantiene con la Secretaría de Salud, que encabeza Víctor Manuel Caballero Solano, quien detalló que por instrucción del mandatario estatal se estableció inmediata comunicación con las autoridades de Nuevo León para apoyar con los estudios bacteriológicos, y brigadas médicas que en su momento sean solicitados.

Como ayuda se requiere en especial agua embotellada, alimentos enlatados, pañales niños y adultos, cobertores, alimentos no perecederos. Además de productos de limpieza como detergente en polvo, bolsas de plástico, cloro, trapos, cubetas, escobas y artículos de higiene personal como jabón, papel del baño, toallas sanitarias y cepillos de dientes, que serán recibidos en los centros de acopio mencionados.

La presidenta del DIF Morelos aprovechó para pedir a los padres de familia que están dispuestos a colaborar con esta campaña de acopio, que acudan en compañía de sus hijos ya sea a comprar los víveres o en su caso a dejarlos al centro de acopio, a fin de fomentar una cultura de solidaridad entre las futuras generaciones de ciudadanos.