En la zona conurbada a la capital de Morelos operan cerca de 5 mil vehículos colectivos, lo que significa que trabajan miles de operadores en las calles, que constantemente presionan a los choferes a reducir sus tiempos para no pasarse de los minutos designados a cada itinerario.
Sin embargo, la imposición de tiempos y derroteros, así como la presión que ejercen los checadores sobre los operadores, los obliga a manejar a alta velocidad y en algunos casos a perder el control, lo cual representa gran riesgo para los usuarios.
Por lo anterior, líderes de las agrupaciones del transporte colectivo han planteado regular la forma en que opera el servicio público, lo cual implicaría reducir el número de checadores por lo menos al 50%.
“No planeamos desaparecerlos en su totalidad, porque son muy necesarios, pero sí queremos reducir personal y reubicarlos en otras áreas de control, donde sean más funcionales que en las calles”, explicó Enrique Ramos Zepeda, líder de la Alianza de Transportistas.
Explicó que es parte del Plan Estatal de Transportes regular la forma de operar de las rutas, a fin de que se terminen las carreras y los accidentes, como consecuencia de lo primero. Lo que se trata, dijo, es de ofrecer un servicio más seguro y menos costoso.
Ramos Zepeda añadió que tampoco se eliminarán espacios de trabajo, porque finalmente el transporte público genera los ingresos de los checadores, pero sí hacer más sofisticado el servicio.
El dirigente de la Alianza de Transportistas comentó que con la instalación de contadores de pasaje y la aplicación de un sistema de prepago en el transporte colectivo, los operadores no se tendrán que preocupar por efectivo, por tiempos y sí por tratar mejor a las personas que suben a los microbuses y autobuses.
No obstante que son proyectos a largo plazo, que llevarán tiempo ponerlos en práctica, sobre todo por falta de recursos y capacitación de los operadores.