Tal es el caso ocurrido en la Primaria "Revolución del Sur" que está ubicada en el poblado de Michapa del municipio de Coatlán del Río, que fue denunciado a las autoridades del plantel al Instituto de la Educación Básica, al sistema DIF Morelos y hasta la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos. Pero en los hechos, los estudiantes siguen en el mismo salón de clases y, a decir de los familiares, el menor que padece las agresiones no tiene opción de cambiar de escuela porque es la única que existe en esa comunidad.
Lucía Torres Becerril denunció ante La Unión de Morelos que su sobrino de ocho años de edad cursa el segundo grado en la referida primaria, y aun cuando iniciaron las quejas desde el inicio del ciclo escolar en el año 2015, no hay solución. Los denunciantes sostienen que detrás hay influencias.
Expuso que las diferencias con su compañero (a quien los padres identifican como el principal agresor) iniciaron desde preescolar, pero los actos de acoso escolar se agravaron en primaria y sobre todo cuando los hechos fueron dados a conocer, "pero no pasó nada". Por el contrario, en represalia, personal de la escuela ha emprendido presión contra el alumno. Las repercusiones han llegado al grado de que presenta una reacción dermatológica por estrés.
De acuerdo con dicha denuncia, el niño ha sufrido por parte de su compañero desde maltrato psicológico, hasta pedradas y una cortada con la navaja de un sacapuntas. "Comenzó rompiendo o rayando sus cuadernos, luego insultos, le quitaba el dinero con supuestos préstamos, empujones, le ha roto el uniforme, y lo más reciente fue una herida en el brazo con la navaja de un sacapuntas", expresó la familiar de la víctima.
Lucía Torres dijo que el problema fue denunciado en todos los niveles, desde la propia maestra del grupo, Ana Leticia Figueroa Villegas; la directora de la escuela, Araceli Ocampo Amante; la supervisora de zona María del Carmen López Mateos; el jefe del Sector 6, Rafael Rodríguez; el departamento jurídico del IEBEM, a través de la titular Diana Monter Rosales; el DIF Morelos, hasta la Comisión de Derechos Humanos del estado, que a la fecha no ha emitido una resolución ante la queja con expediente número G/102/2016-A.
La denunciante aseguró que ya se giraron oficios al director del IEBEM, a la Secretaría de Educación e incluso a la Contraloría del estado.
Torres Becerril aseveró que después de haber denunciado el acoso escolar (de lo cual incluso hay un video donde se observa cómo le lanzaba piedras), el personal de la escuela fue omiso. "Sospechamos que primero por influencias, porque el papá del menor que agrede es policía de Tetecala y familiares del mismo trabajan en el Ayuntamiento de Coatlán del Río)".
A decir de la tía del infante, al ver que el caso se había denunciado ante sus autoridades, "las maestras trataron de argumentar que en realidad el problemático era mi sobrino; luego dijeron que era víctima de violencia intrafamiliar". Pero sostuvo que se solicitó un dictamen del DIF municipal, según el cual (del que mostró documentos) no existen indicios de violencia en el hogar.
Asegura que incluso durante el proceso que se promovió en el jurídico del instituto, personal del IEBEM acudió al plantel y sus observaciones (de las cuales se entregó una copia a la familia como parte de la respuesta que dio el IEBEM en su primer informe a la Comisión de Derechos Humanos) el comportamiento del niño es normal en la escuela, pero sí hay datos de agresiones en su contra.
Además, mostró un acta en la que la madre de otro compañero denunció que el niño "agresor" (pues los nombres de los infantes se reservan en respeto a los derechos de la infancia) ha tenido muchos problemas y el pasado 20 de abril de este año le pegó con un lápiz en la cara, muy cerca del ojo.
"La maestra nunca hizo caso; se buscó llegar a un acuerdo con el señor Rafael (el padre), pero como nunca lo hubo, se me hizo más fácil sacar a mi hijo de la escuela. El niño (presunto "agresor") se la pasaba pegándole, diciéndole disparates y ni la directora hacía nada.”
La tía expuso que incluso se celebró una reunión con autoridades educativas, las que dijeron que no podían sancionar al otro niño, cuando en el reglamento y en la ley sí se contemplan sanciones.
Aun cuando se han tocado puertas, la realidad es que la semana pasada –narraron–, de nueva cuenta, el menor de ocho años (cuyo diagnóstico de reacción dermatológica fue hecho por el Hospital del Niño Morelense) fue agredido con la navaja del sacapuntas, con la que le hizo una cortada en la muñeca.
"El hecho es que hasta ahora se ha recurrido a todos los canales posibles y mi sobrino sigue en el mismo salón sufriendo bullying, y ya casi acaba el ciclo escolar, pero no hay otra primaria cerca y mi familia, los papás del menor, no tienen dinero para llevarlo a otro lugar. Lo que vemos es que se habla mucho de programas, hasta el DIF estatal habla de la protección de los derechos de los niños, pero le pedimos ayuda y tampoco hizo nada. Nos entrevistamos con un representante del área jurídica, Javier Omar Flores, pero no respondió jamás", aseveró la denunciante.
Por último, los familiares del niño dijeron sólo estar a la espera de que la CDHEM actúe y que ante la denuncia pública, alguna autoridad haga algo para frenar las consecuencias que podrían tener casos de esta naturaleza.
1 comentario
Es imprescindible proteger a la víctima y sancionar las conductas de acoso. Por el contrario, negar al problema o mirar a otro lado puede tener efectos difíciles de remediar.
Hey
Debe primar el derecho de la víctima a ser protegida y los… Compartelo!