Víctor Hugo Toledo Hernández, profesor investigador de esta unidad académica de la UAEM, trabaja en el conocimiento de la biodiversidad de grupos de insectos, en especial dos tipos de escarabajos, la familia Cleridae y Cerambycidae, y con la colaboración de estudiantes de posgrado trabajan con un grupo de chinches de la familia Coreidae.

El trabajo principal tiene que ver con los inventarios y la biodiversidad, ya que una de las problemáticas es saber cuáles son los lugares donde se distribuyen los insectos, “el 30 por ciento de los escarabajos que pertenecen a la familia Cerambycidae que habitan en el país, se encuentran en la Rebiosh, y la familia Cleridae no tiene un catálogo actualizado de las especies que existen para México, de ahí la importancia de su estudio”, dijo el investigador.

“Uno de los elementos comunes en los ecosistemas forestales es la madera, no obstante en México, poco se ha realizado para generar información y conocer cuales grupos de insectos se desarrollan en ella, éstos escarabajos viven en la madera, la cual aprovechan de árboles muertos o enfermos y ahí se desarrollan, el avance de la frontera agrícola y agropecuaria donde se tienen que limpiar zonas para meter pastizales conlleva al retiro el recurso maderable que es el hábitat de los organismos”, explicó Toledo Hernández.

Cleridae

“Entre más áreas abiertas se tengan, la diversidad de este grupo disminuye, además la mayoría de las comunidades aprovechan la leña como biocombustible, pero es el recurso donde viven organismos, que al degradar leña reincorporan la madera descompuesta que enriquece y fertiliza el suelo y lo hace mejor para otros organismos. Al no eliminar estos organismos la madera interrumpe su proceso de degradación y eso tiene un efecto negativo en los ecosistemas, por ello la presión humana es mucho más drástica para ellos”.

El investigador informó que uno de los proyectos en los que se trabajó recientemente fue con la Facultad de Ciencias Agropecuarias, relacionado con la problemática que tenían los cultivadores de higo, cuyas plantas eran afectadas por cierto grupo de insectos que ese desarrollaban en las ramas y motivaban su mortalidad, por lo tanto, la baja producción de higos.

“Los insectos resultaron ser del grupo que estudian en el CIByC, y dentro de ese muestreo de plantas se encontraron 12 especies de Cerambycidae desarropándose en higo”, dijo Toledo Hernández.

El investigador del CIByC agregó que a futuro se tiene pensado desarrollar el aspecto de la atracción química en insectos, “en otros países avanzados utilizan feromonas de atracción, elementos químicos que los mismos insectos liberan para atraer a sus pares, y estamos viendo la posibilidad de conseguir los químicos para probarse en la Rebiosh”.