El tercero, inclusive en las posiciones estadísticas, Ernesto Cordero, queda rezagado no solo en las gráficas sino en tomar una decisión que ahora lo ubica como un secretario de despacho, cuyo encargo le estorba.
Tal vez, todo apunta en ese sentido, del secretario de Hacienda escucharemos en los próximos días su alejamiento de la buscada candidatura bajo el mismo argumento de sus compañeros de gabinete Javier Lozano y Alonso Lujambio: las encuestas dentro de mi partido no me benefician.
De esta forma, Acción Nacional vivirá entre dos figuras relevantes una contienda por la definición de su candidato a la Presidencia de la república. Es más, aunque Cordero no se aleje de la lucha, está claro que a estas alturas el secretario de Hacienda no está en el ánimo ni de las huestes blanquiazules ni de la sociedad que le ha manifestado rechazo ante declaraciones poco sensibles por no decir hasta de mal gusto.
La medalla de oro se la lleva la afirmación en el sentido de que “una familia mexicana con seis mil pesos completa para pagar casa, automóvil y colegiatura de los hijos en escuelas privadas”. Todo el ejercicio mediático para echar abajo el mal paso, o mejor dicho el tropiezo verbal, fue insuficiente.
Los operadores en Morelos de los personajes que pueden encabezar esta posición relevante también obtendrán beneficios. Tanto Jesús Giles Sánchez como Adrián Rivera Pérez serán actores que irán por el convencimiento de los panistas pero por supuesto que persiguen el proyecto propio.
Por su parte, Alejandro Villarreal Gasca, por naturaleza el hombre cercano a Cordero, estará expectante a la decisión del titular de la Hacienda nacional, cuya decisión de continuar o no en el gabinete calderonista, a partir del martes, le será más una barrera que un privilegio.
Ya lo escribimos la semana pasada: el ámbito político tendrá grandes cambios este septiembre. En el Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto va sin cargos de por medio ni responsabilidades anexas en la búsqueda abierta por la candidatura presidencial a partir de las 00:00 horas del 16 de septiembre.
Con licencia de por medio en el Senado, pero con la lógica de no volver ante los tiempos de final de sexenio, Creel Miranda va con todo en lo que le significaría una espera muy larga tras haber sido derrotado por Felipe Calderón a pesar de haber contado con el respaldo del presidente de México, en ese entonces Vicente Fox Quesada.
Josefina Vázquez Mota, con la segura licencia que obtendrá en la Cámara de Diputados, ha dado un paso histórico que ubicará a los panistas en una interesante disyuntiva de lanzar a la primera mujer que abanderaría a ese instituto político en la carrera por la primera magistratura del país.
Ernesto Cordero, ante la abierta solicitud del voto de sus compañeros de partido, tendrá que apostarle a su influencia y peso específico ante los gobernadores, alcaldes y dependientes económicos de su firma, o en verdad medirse sin ventajas de gabinete ante los votantes de los consejos políticos nacional y estatales.
Recuérdese que apenas el 28 de julio cenaron en el Distrito Federal con el titular de Hacienda Juan Manuel Oliva, de Guanajuato; Mario López Valdez, de Sinaloa; Marcos Covarrubias, de Baja California Sur; Guillermo Padrés, de Sonora, y Rafael Moreno Valle, de Puebla. Faltó únicamente el gobernador de Baja California, José Osuna Millán. Pero ojo, estaba en ese entonces como hasta este momento en juego el presupuesto 2012.
Por el contrario, quien ha de sacar jugo a su cargo de representación es el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Manlio Fabio Beltrones, quien apenas urgió a aprobar las reformas de seguridad, política y hacendaria para disminuir los niveles de corrupción e impunidad que se presentan en el sector público.
Un gran desafío para restaurar la seguridad es hacer que los funcionarios se vuelvan un “ejemplo de moralidad pública” y deben ser castigados de manera ineludible cuando violen la ley. Este tipo de señalamientos han permitido que el ex gobernador sonorense permanezca en una abierta posibilidad de ser candidato presidencial.
Resulta fundamental –concluye su comunicado- atender el reclamo de la sociedad civil de terminar con la opacidad y la discrecionalidad y, de cara a la ciudadanía, seguir por la ruta de las reformas pendientes en materia de seguridad, hacienda pública y reforma política.
Beltrones, sin lugar a dudas, permanecerá como senador hasta que la ley se lo permita y será desde esa posición que observará al ya ex gobernador Peña Nieto, quien tendrá la enorme tarea de permanecer vigente, sin cobijo del puesto, en una muy larga carrera hasta que llegue la definición del Partido Revolucionario Institucional.
Al igual que en el PAN, los operadores estatales tendrán su tarea y tal vez su recompensa. Francisco Moreno Merino, se sabe perfectamente, viene operando, no sabemos si oficial o voluntariamente, a favor de Peña Nieto. En ello le va la posibilidad de su candidatura gubernamental.
A favor de Manlio Fabio Beltrones, también el propio Moreno Merino tiene metida una mano aunque el presidente municipal de Cuernavaca, Manuel Martínez Gasrrigós, ha tenido y tiene, además de operadores cercanos a un lado del senador, una amplia comunicación que se convierte en enseñanza.
Meses de adecuaciones federales y estatales. Morelos no es ajeno a estos cambios que inclusive podrían llevar a la Secretaría de Salud a Marco Antonio Adame Castillo en sustitución de José Ángel Córdova Villalobos, a un paso de iniciar su campaña rumbo a la gubernatura de Guanajuato. Esa trinchera puede significar la consolidación de un esfuerzo sexenal con el reconocimiento presidencial y en su caso, alejarse de una jornada estatal que dependerá para fortuna de todos del ejercicio democrático que a veces premia y otras castiga.