Sin embargo existen sociedades como la alemana que han bajado su desempleo casi uno y medio por ciento con una política que involucra a todas las fuerzas de producción, trabajadores, empresas y el mismo gobierno, no solamente la clase política.
Para bajar el desempleo hubo un acuerdo que involucró a muchas de las pequeñas industrias de Alemania, todas ellas industrias muy sofisticadas, de alta tecnología, que para bajar el desempleo llegaron al acuerdo entre las tres partes de que se reduciría la jornada de trabajo a 6 horas, es decir la empresa pagaría 6 horas de labor a sus trabajadores y en lugar de un turno tener dos turnos y el gobierno pagaría las dos horas restantes directamente a los trabajadores. Esto iba ligado a mantener también un aumento de salarios limitado para poder hacer que este programa funcionara. Y el programa funcionó sin tener que mandar fuera del país los empleos como ha sido la etapa del “outsourcing” o la creación de maquiladoras en otros países, especialmente en los países donde la mano de obra es más barata.
En la revista Foreign Affairs de julio-agosto hay un dato interesante sobre los costos. En 2009 en los Estados Unidos General Motors pagaba 55 dólares por hora, 7 dólares en México, 4.50 en China y 1 dólar en India por el mismo tipo de trabajo. Aún cuando en un principio los rendimientos eran bajos poco a poco fueron adquiriendo las habilidades para equiparar el trabajo al de los países desarrollados.
Alemania no recurrió al outsourcing en gran escala sino que trató de apuntalar con este programa con las pequeñas empresas tecnológicas, que significaba la garantía del trabajo para su fuerza laboral. Con esta política al mismo tiempo buscaba la estabilidad financiera de las empresas. De esta manera en lugar de un turno de 8 horas dos turnos de 6 horas aumentaban la producción y el gobierno absorbía parte del costo de las horas no trabajadas por los obreros. De esta forma el desempleo bajaba y la productividad aumentaba.
Es un hecho que las sociedades y las economías han cambiado. El aumento de la población, mayores expectativas de vida, mayor educación y mejores servicios de salud traen como consecuencia una población más numerosa, para la que se requiere encontrar satisfactores como es el trabajo y también la alimentación y la habitación. Esto requiere fuerzas innovadoras, es por eso que es importante el estudio comparativo de economías y sociedades que nos permiten ver lo que está sucediendo en otras latitudes y como están asumiendo los problemas que se presentan en esta nueva realidad. Querer atacar los problemas con las mismas técnicas y los mismos instrumentos del pasado es casi imposible, porque las nuevas circunstancias traen aparejadas nuevas demandas de trabajo, de alimentación, de educación, pero al mismo tiempo también requiere una mayor productividad para poder sostener los niveles de vida sin dar pasos atrás.
Suponiendo que quisiéramos afrontar las realidades actuales con las técnicas de políticas públicas y la planeación económica tradicionales, encontraríamos que poco a poco se iría disminuyendo la capacidad de vida de los habitantes. Es muy claro que si no se hacen innovaciones las sociedades estarían dando marcha atrás en su estilo de vida, su economía y hasta en su comportamiento.
Es bueno ver que estudios comparativos empiezan a aparecer por varios lugares y las innovaciones que han sacado a países de su estancia anterior a una nueva estadía de desarrollo sean conocidas y evaluadas. El caso de Brasil y de Chile son importantes, son sociedades muy parecidas a las nuestras que cambiaron políticas públicas y han podido enfrentarse a los problemas que les presenta las nuevas realidades. Todos los países que están logrando evolucionar, han tenido la audacia de romper con el pasado y buscar nuevas soluciones.
La concertación de nuevas políticas públicas requiere dialogar con todas las fuerzas de la producción. Se habla mucho del diálogo, pero normalmente esta se concentra entre fuerzas políticas y se deja a un lado la importancia de las fuerzas productivas. Los países que lo están realizando están siendo exitosos. Tal vez necesitarían menos grilla y más el enfoque hacia nuevas formas de producción.