El programa “Enchúlame la Silla” estará este jueves en Jojutla.
Zona sur.- La demanda de sillas de ruedas se ha mantenido por dos circunstancias que se han documentado: la diabetes y la violencia.
Al respecto, Magdalena Esperanza Solano Hernández, directora de Autonomía Libertad en Movimiento, del programa “Enchúlame la Silla” –que este viernes estará en Jojutla–, comentó que la demanda de sillas, nuevas o reparadas, se ha mantenido en los últimos años.
“Podemos ver una constante que a nivel nacional se proyecta y que tiene que ver con la diabetes. Tenemos una población que a sus 50 años tienen ya diabetes y debido a ello adquieren una discapacidad y necesitan una silla de ruedas. Esto deja mucho que pensar; a esta edad, las personas son todavía socioeconómicamente activas, son pilares de familia y eso está haciendo un efecto dominó al quedar en silla de ruedas por situación de la diabetes”, señaló.
Resaltó que hoy día hay mucha información acerca de la diabetes, pero todavía no existe ese “puente” para entender lo que la enfermedad nos quita.
“En los años 90 había un anuncio muy interesante que decía: ‘Toma el control de la diabetes, está en tus manos’, y lo dejaron de pasar y creo que era muy importante porque ahora las personas no se cuidan”, resaltó.
Por otro lado, Solano Hernández destacó que hay un alto número de personas que están en situación de silla de ruedas debido a la violencia. “Puede ser por agresión física, asalto, un balazo, al estar en el lugar equivocado… Éste es un registro alto que en los últimos tres años se ha notado muchísimo”, detalló.
“También es importante mencionar que hay negligencia médica. Encontramos casos de negligencia médica, niños en situación de psi que pudieron haberse evitado en un momento dado”.
Asimismo, consideró que “todavía nos falta caminar mucho hacia lo que es la sensibilización y la concientización de lo que es la discapacidad y cómo poder aceptarla en nuestra vida cotidiana”.
Finalmente comentó que en el taller de “Enchúlame la Silla”, que este jueves 27 de marzo estará en Jojutla, participan 13 personas con discapacidad, que han aprendido a reparar las sillas de manera profesional y, con ello, demostrar que una persona con discapacidad puede aprender un oficio y tener una oportunidad de desarrollo.