Autoridades educativas se darán a la tarea de convocar a los padres de familia a reuniones para solicitar su a poyo y acudir a las autoridades de salud y estancias correspondientes a fin de que realicen un análisis y tomen cartas en el asunto para una posible reubicación.
La población manifiesta que no está en contra de que estén establecidas y operando en la comunidad, sin embargo, lo único que buscan es que no afecten la salud de niños, adolescentes, jóvenes estudiantes, así como de la población en general, mismos que están expuestos a los olores diariamente.
Por tal motivo, los perjudicados se organizan para acudir a las instancias correspondientes y así poder lograr la reubicación o alguna otra solución que ayude a este problema.
Asimismo, los pobladores declararon que los malos olores causados se pueden percibir en cualquier estación del año, pero sin lugar a duda son más notorios en esta temporada de lluvias.
Finalmente, entre las voces de los inconformes se escuchó decir: “Es incómodo y dañino para la salud estar respirando esta suciedad”.