Como diría una querida niña: “¿Por eso...? ¡¿Qué!?” Los hechos arrojan otras cosas. En el gobierno de Sergio Estrada Cajigal Ramírez, tres jefes de la Policía Ministerial: Alberto Pliego, Agustín Montiel y Raúl Cortés “El Mico”, fueron detenidos, consignados y siguen presos –excepto Pliego que murió en prisión—por actividades de narcotráfico. En el actual, el secretario de Seguridad Pública Estatal, José Ángel Cabeza de Vaca y su homólogo en Cuernavaca—y evidentemente subalterno siempre, donde estuvieran-- Francisco Sánchez, están presos por sus vínculos con el cartel de los Beltrán Leyva. Son hechos que conocen todos y los tienen en proceso desde hace años.
Interesante la entrevista que Oscar Davis hace a Roy Campos, donde el reconocido encuestador dice que en este momento no se sabe quién va a ganar la elección a gobernador. Está en lo suyo, es su obligación el manejo cuidadoso por el tipo de trabajo que realizan. Pero el que escribe, de acuerdo a lo que vivieron en el PAN durante su proceso interno, a las resistencias de los otros participantes en apoyar abiertamente al “Cuadrado de Basoco”, afirmamos que no va a ganar él. ¿Quién sí va a ganar? Bueno, ya Roy Campos lo dijo: “cualquiera de los tres”. Excepto Adrián. Y damos una razón: los gobiernos de Acción Nacional han sufrido un desgaste natural y vaya que en Morelos, Marco Antonio Adame ha hecho la lucha y bien. Ya no es cosa del trabajo realizado. Se trata de aquel hartazgo del PRI de los 70 años. Este es uno de 12, pero hartazgo al fin.
Ya lo anotamos hace rato y lo repetimos: gana el que ya tenga lista su estructura y esta camine. Ese gana. Lo demás, la publicidad, los medios, es secundario cuando se cuenta con estructura. El partido que ya cuente con ella, se tiene que dedicar a cuidar detalles. Las elecciones se ganan semanas antes de celebrarse, con el trabajo de las estructuras. Ni de ocurrencias como el chavo este Julio Yáñez, ni balandronadas como las de Adrián. Que el PAN tiene al gobierno y van a echar mano de lo que puedan, legal y no, es cierto. Corresponde a los otros vigilarlos. Que Graco es habilísimo y ha cambiado la percepción de quienes no lo conocen que son mayoría, otra verdad, pero vale conocer hasta dónde tiene instalada estructura de los partidos que lo van a apoyar, y si ya zanjó distancias con grupos importantes del PRD que se dejan ver en otros campamentos.
Y Amado Orihuela, el priista, personalmente se le dificulta el discurso escrito, no lo hemos visto improvisar, pero tendrán que soltarlo en los días que faltan para que convenza. El PRI es un partido que conoce de estructuras, podría tener esa ventaja.
Sobre aviso
Vamos a transcribir lo que textualmente nos dijo un militante del PRI hace 30 años, que ha estado en las malas y en las peores; nunca ha tenido cargo público, pero se define como “priista de nacimiento, por herencia y convencido”. Asegura que va a Votar por Amado, pero nos dejó lo siguiente:
“Cuando veía las noticias con los nombramientos de campaña, me regresé como 20 años, parecía que estaba en el anuncio de la campaña de Carrillo Olea. Me preocupó y hasta me enojó. Recuerda que ha sido el único gobernador en la época moderna obligado a irse. Tienen que revisar que compañías traen y más a los que hacen responsables, y que Carrillo no se meta, porque le hizo mucho daño al partido. Es más, el nunca fue priista. Por ahí anda gente suya”.
Textual y parece importante que lo revisen.
El Hijo de Colosio
Hijo del candidato presidencial asesinado, Luis Donaldo Colosio Riojas, es hoy un joven profesional que sabe lo que dice y por qué. “El Llanto de un mexicano” es un texto elaborado por él y les compartimos los últimos párrafos:
Me preocupa mi gente, que prefiere esconderse frente a una pantalla de televisión que detrás de un libro, o mejor aún, de un oficio. Me preocupa que la política de desarrollo colectivo nacional, en estos momentos pareciera que se llama resignación, pareciera que se llama derrota (difícil pelear contra las diversas mafias que se apoderan de los puestos públicos para saquear el país).
Me niego rotunda y enfáticamente a quedarme dormido, a darme por vencido. Así me tachen de por vida de demente o inadaptado. Qué ilusos somos todos al pensar que México necesita héroes, si lo único que le hace falta es la atención de sus ciudadanos, o mejor quizá, unos cuantos más de éstos.
Este es el movimiento de la tercera insurrección mexicana, cuyo campo de batalla se libra en nuestros propios corazones, donde las únicas armas que encontremos y utilicemos deberán ser la paz, el trabajo y la patria: suficientes muertes ha soportado lo sagrado de este suelo, y la tierra que se tiñe de rojo con la sangre de mi sangre, es testigo de mi entrega. La batalla se gana en el corazón de nuestra gente, al denunciar nuestras propias faltas al país... y a nuestra estampa.
* El autor es hijo de Luis Donaldo Colosio y Ana Laura Riojas. Es fundador del despacho Basave, Colosio, Sánchez Abogados y catedrático de la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León.