Tuvimos suerte de recibir ese regalo, no como otros estados que no han visto agua en mucho, mucho tiempo. La mayoría de los medios de comunicación ya están tratando el tema con mucha seriedad: El Universal, así como otros periódicos, habló la semana pasada de una “devastadora sequía en México (que) amenaza con prolongarse” y reportó que “la ausencia de lluvia alcanza a casi 70% del total del territorio, afectando a 19 de los 32 estados del país, que han visto una inusual mala temporada, pero es en Coahuila, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, en el norte, donde la falta de agua ha causado mayores estragos… Durante el año, miles de hectáreas de cultivo se han perdido y unas 450,000 cabezas de ganado han muerto por la falta de pastizales que no han crecido en las áridas tierras, mientras las presas, llenas tradicionalmente por estas fechas, apenas alcanzan entre un 30 y 40% de su capacidad” (24 de noviembre 2011).
El IMTA, ubicado en Jiutepec, también subraya la problemática: “Desde 1996 hasta 2003 han sido años deficitarios en lluvias, por lo que desde 1993 y, en buena medida, hasta la fecha ha sido uno de los periodos más drásticos y prolongados de deficiencia de agua. La sequía en muchas partes del norte aún no termina. Los desastres naturales, tales como la sequía en su fase más crítica, constituyen detonadores de situaciones sociales, económicas y políticas preexistentes. En el momento de la emergencia afloran conflictos, relaciones y situaciones que no aparecen con tanta claridad cuando la vida no es alterada por la ausencia o escasez de agua” (www.imta.mx).
No es la primera vez que le toca un periodo de sequía a México. En la historia del país se ha sabido de varios pero en esta ocasión los efectos del cambio climático están empeorando la situación. El IMTA ha desarrollado un Atlas de Vulnerabilidad Hídrica en México ante el Cambio Climático, “el cual tiene como objetivo poner a disposición de la sociedad y de las instituciones información accesible que nos permita conocer los escenarios actuales y futuros en las diversas regiones del país e identificar las acciones que posibiliten una mejor adaptación a las nuevas condiciones asociadas al cambio climático con respecto a la gestión del agua”. Se puede consultar a través de su página: www.atl.org.mx/atlas-vulnerabilidad-hidrica-cc/ y es de suma utilidad tanto para maestros como para estudiantes de las escuelas y universidades, para empresarios, instituciones grandes y el público en general. La información, las imágenes y los mapas son de gran interés y gracias a ellos se entiende de manera fácil la amplitud de la problemática. Es nuestro deber estar informados y al tanto de la situación porque vivir con tal problema no es nada fácil.
El Atlas “que se suma al acervo generado y acumulado en materia de cambio climático en nuestro país, más que mostrar una visión catastrofista, es una invitación a la reflexión sobre la necesidad de tomar medidas que permitan reducir la vulnerabilidad de nuestro país y afrontar, de la manera más adecuada, las amenazas relacionadas con el cambio climático” (página 7 del Atlas).
Ésta es la invitación que te hago el día de hoy. Es importante que sepas, aprecies y entiendas qué tan serio es este problema. La verdad es que es muy fácil estar informado gracias a toda la tecnología en nuestro alrededor, del internet a los libros en las bibliotecas. Es cuestión de tener la motivación, la responsabilidad y la preocupación de cuidar la vida como la conocemos actualmente. Vivir la vida es nuestro deber pero cuidar el medio ambiente es nuestra responsabilidad: saber cómo ahorrar el agua, emplear métodos de reciclaje y reducir el consumo drásticamente son cosas que todos podemos hacer desde nuestras casas. El desarrollo de tecnología para reciclar y reutilizar el agua queda en manos de los investigadores y los empresarios. Esperemos que pronto se dé un mayor esfuerzo por introducir nuevos métodos al campo para sostener más efectivamente la agricultura.
Esto es en serio. No te dejes distraer al ver todos esos nuevos supermercados que han aparecido de repente en Cuernavaca y cuya presencia nos da la impresión de una plenitud sin límite...