Te sientes grande cuando llegas a los 10 años, importante cuando cumples los 20, muy contento a los 30, establecido a los 40, contemplativo a los 50, muy maduro a los 60 y tal vez contemplando los últimos días de tu vida cuando finalmente alcanzas los 70 y 80 años de edad. Pero sigue siendo especial el día de tu cumpleaños.
Cuando yo era niña las únicas fechas importantes eran la de mi cumpleaños, Navidad, Semana Santa y el último día de cada semestre. Aunque ya existían en ese entonces celebraciones como el Día de la Tierra (desde 1972), yo no estaba al tanto porque el tema de la protección del medio ambiente no nos preocupaba; para nosotros no era una máxima prioridad la necesidad de proteger a la Tierra. Yo de joven, en ese entonces, vivía en la ignorancia hasta cierto punto y sólo al llegar a independizarme, a los 18 años de edad, empecé a aprender acerca de lo que nosotros los seres humanos, le estábamos haciendo al planeta. Mi conciencia ecológica empezó lentamente a despertarse desde ese momento.
Hoy en día, los niños no tienen esa opción que yo tuve en mis tiempos. En las escuelas primarias el tema del medio ambiente es parte de la vida tanto de los niños como de los maestros y de los padres de familia, afortunadamente. Por eso las fechas importantes ahora son mucho más significativas y notables que antes. Recientemente, por ejemplo, celebramos de alguna manera el Día Mundial del Agua el 22 de marzo y la Hora del Planeta el 29 de marzo; estaremos aclamando la inauguración del Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente Cinema Planeta el próximo 8 de abril, seguido del 22 de ese mismo mes cuando celebraremos el Día Internacional de la Madre Tierra. En mayo tendremos por supuesto el día considerado por muchos como el día más importante del año: el Día de las Madres.
Estas fechas, al igual que los cumpleaños, son sin duda fundamentales porque sirven para llamar la atención del mundo hacia temas asociados con la supervivencia de nuestro planeta Tierra. Sin embargo, para mí el tema de cada una de ellas es mucho más importante que la fecha misma, ya que cuidar el medio ambiente es un asunto de todos los días. No sólo deberíamos pensar en conservar el agua el 22 de marzo, sino diariamente, respetando este líquido vital como nunca y asegurándonos de no desperdiciarlo jamás.
La Hora del Planeta, el movimiento voluntario más grande a favor de la Tierra, este último sábado fue un grito dirigido a las autoridades, a los políticos y a los ciudadanos de todos los países del mundo. Fue una solicitud muy fuerte para pensar en cómo mitigar los efectos del cambio climático y cómo disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera de ahora en adelante. Sirvió para mostrar la preocupación de la gente con respecto a nuestro planeta; sin embargo, desafortunadamente no garantiza un cambio decisivo o contundente en las políticas de cualquiera de los países participantes. Necesitamos lanzar un grito permanente todos los días, a todo volumen, para hacer conciencia y provocar el cambio necesario porque hace falta mucho más para lograr ese cambio categórico. De ahí la importancia de Cinema Planeta que busca informar, educar y crear foros donde todos podamos participar y mostrar nuestra preocupación sobre esta situación tan relevante, clave de nuestros tiempos.
¿Apagaste la luz el pasado sábado? Si no, ¿por qué no? Si sí, ¿qué sientes que lograste? Y el Día Mundial del Agua, ¿te hizo pensar en el uso y el consumo del líquido vital? Ojalá que sí te haya causado algún efecto, ojalá que sí te haya estimulado para adoptar algún cambio contundente.
Cuando estés festejando a tu madre el próximo 10 de mayo -esa persona tan importante en nuestras vidas, la que nos dio la vida- trata de pensar en la Tierra de la misma manera. Sin la Tierra no estaríamos vivos: la Tierra es la que nos sostiene una vez que llegamos aquí. La Tierra es nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Es ella a la que tenemos que respetar y festejar cada día de cada año, cada uno de los 365 días no sólo un día, sino todos los días, horas, minutos y los momentos de cada 24 horas.
Tenemos muchas fechas lindas que festejar cada año, pero sin duda la celebración del 10 de mayo es la más esencial para nuestras madres y para nosotras si somos madres también, porque se trata de nuestras familias, de nuestros hijos. No es ninguna coincidencia que nuestro planeta sea conocido como la Madre Tierra. Festejemos siempre a las dos, por favor, y no sólo el 10 de mayo, sino todos los días.