Quién entre nosotros no ha visto las famosas torres de luz, que son los enormes sostenes para los cables que entregan energía eléctrica a nuestros hogares, oficinas, escuelas, etc.
Seguramente todos tenemos una muy cerca: una torre enorme, alta y fea. Son construcciones con un diseño muy pobre; se consideran más bien como torres prácticas y necesarias. Hasta ahora no existía un esfuerzo por hacerlas más interesantes pero unos arquitectos (Choi&ShineArquitects) ubicados en Seúl, Londres y Boston, tuvieron la idea de diseñar unas torres con el objetivo de no romper con el ambiente sino de hacerlas más integradas al campo, más amigables, hasta lúdicas. En fin, diseñadas para dar gusto, para hacer sonreír. Han creado una “tierra de gigantes”, donde las torres toman forma humana y se convierten en estatuas muy sugestivas. Los invito a ver las fotos de esos gigantes en su página web: www.choishine.com
Habrá que compartir esto con… ¡la CFE!
Más cerca de nosotros, tomemos el caso de Botanicus, una empresa morelense exitosa. A lo mejor muchos de nosotros hemos probado sus excelentes productos. Se describe como “una marca mexicana que ofrece productos de belleza y cuidado personal con extractos naturales y aceites esenciales”. Desde 2002 están promoviendo “la ayuda social y el comercio justo. Trabajamos con talleres artesanales en áreas rurales del país y colaboramos con proveedores que apoyan causas sociales y ecológicas. Contribuimos al impacto ambiental al ofrecer jabones y shampoos biodegradables, no hacemos pruebas en animales y promovemos el reciclaje”. Actualmente nos invitan a unirnos a la campaña de reciclaje de sus envases con el fin de mitigar el impacto ambiental. La empresa se encarga de los frascos entregados a un centro de acopio para su reciclaje. Se aceptan desde tres o más envases de productos Botanicus, los que están hechos de plástico PET, con la condición que estén lavados, limpios y sin etiquetas. Por cada tres frascos entregados, Botanicus nos otorga un descuento de 10% en la siguiente compra de sus productos. Lleven sus envases, entonces, a su sucursal en Plaza Cuernavaca. Realmente valdrá la pena.
Lo que es cautivante al contemplar estos dos ejemplos es el nivel de creatividad que ya forma parte de algunas prácticas ecológicas, lo cual me parece formidable. Les invito, por ende, a desarrollar su creatividad –todos somos creativos– para motivar a toda la familia a participar en el esfuerzo parareducir el consumo de productos de plástico, para contaminar menos, ser responsables con la basura, crear y mantener una composta en casa para los residuos orgánicos y bajar su consumo de energía eléctrica, entre muchas otras metas valiosas.
Está claro que el año 2016 será el año más caliente de la historia. 2015 lo fue, 2014 también en su momento, pero ya estamos viendo las señales que 2016 será aún más caliente. Son tres años seguidos sin precedentes. Ya no podemos ignorar la realidad: el calentamiento global es un hecho indiscutible. Todavía existe gente que se rehúsa a creerlo, pero los indicadores muestran números exactos e innegables.
Por eso mi llamado a todos ustedes el día de hoy por hacer aún más esfuerzo para no contaminar tanto nuestro campo y nuestro medio ambiente. Utilizando nuestraimaginación creativa inventaremos nuevas prácticas ecológicas atractivas e interesantesy así motivaremos a toda la familia a participar. Vivimos en un estado muy bonito, pero lo seguimos contaminado con demasiada basura: todavía muchas personas tiran su basura en donde les da la gana, provocando consecuencias nefastas. Todos juntos podemos y debemos hacer una diferencia; sólo es cuestión de desarrollar nuestro sentido de responsabilidad a través del compromiso y la creatividad. El planeta Tierra es de todos: quiérelo y cuídalo.
Fuentes:
www.theguardian.com/environment