El sitio web oficial de la COP22 informa que “los países han acelerado la acción por el clima en todo el mundo a través de una amplia gama de áreas en la COP dando prioridad a los objetivos políticos y prácticos del histórico Acuerdo de París sobre el cambio climático. Paquetes de miles de millones y de billones de dólares de apoyo para tecnologías limpias, la creación de capacidad para informar de planes de acción por el clima e iniciativas para impulsar la seguridad alimentaria y la seguridad de los recursos hídricos en países en desarrollo son algunos de los muchos anuncios y numerosas iniciativas lanzadas… Mientras tanto los gobiernos han fijado un corto plazo, hasta 2018, para completar las normas de aplicación del Acuerdo de París con el fin de asegurar la confianza, la cooperación y su éxito en años y décadas venideros… Empresas, inversionistas, ciudades y gobiernos locales también han anunciado nuevos compromisos frente al cambio climático que se suman a los miles anunciados en el periodo previo a la conferencia sobre el cambio climático que se celebró en París el año pasado”.
Alrededor de esas palabras valientes ronda el espectro de Trump, que tiene al mundo sumamente preocupado. Su incapacidad, su ignorancia y su enorme egoísmo le impiden ver el escenario real; su ceguera, su arrogancia y su sed de poder le blindan de la necesidad por parte de los Estados Unidos de tomar una posición de liderazgo y ser ejemplo para el resto de nuestro planeta. Sólo se lograrán los objetivos convenidos si es fiel al Acuerdo de París y al claro compromiso por reducir las emisiones de carbono de su país al medio ambiente.
Todas las naciones del mundo tienen que operar sus economías con la meta final de llegar a un nivel cero de emisiones. Para los países pequeños y/o en desarrollo el hecho de recibir apoyo financiero es clave para tal esfuerzo. El Fondo Global del Clima existe precisamente para ayudar a los países más necesitados, con la ayuda de las naciones más ricas, como Estados Unidos, por ejemplo. El compromiso estadounidense es donar la cantidad de tres mil millones de dólares al Fondo. Sin embargo, hasta la fecha, sólo ha contribuido quinientos millones de dólares. La duda es saber si el saldo será pagado o no cuando llegue el nuevo presidente a la Casa Blanca.
Frente a la amaneza de un presidente electo que no cree en el cambio climático, el mensaje del Plan de Acción de Marrakech (Marrakech Action Proclamation) es uno basado en la unión, con los delegados de más de 190 países unidos detrás de la demanda firme y urgente de acción para abordar el cambio climático. Si Trump cancela el compromiso del Acuerdo de París tendrá al mundo entero en su contra. Lo interesante es que muchas de las grandes empresas estadounidenses ya están totalmente comprometidas con las políticas de protección y cuidado del ambiente. Ésas también estarán en contra del nuevo gobierno.
Sin lugar a dudas vivimos en tiempos interesantes y, sobre todo, retadores.
Fuentes:
http://cop22.ma/