Pro principio de cuentas, redireccionará el apoyo clientelar que hoy hace posible el triunfo de candidatos en municipios como Puente de Ixtla (donde está Xoxocotla) o Cuautla (actual jurisdicción de Tetelcingo).
También reconfigurará de forma drástica no sólo la geografía sino también la economía, al obligar a una reasignación presupuestal.
Pero es difícil que -de crearse- los nuevos municipios no reproduzcan los esquemas de nepotismo y corrupción que hoy imperan en las alcaldías morelenses, por lo que es lógica preguntarse si ese costoso proceso tendrá utilidad y traerá beneficios a alguien más que no sea de los grupo de control de cada pueblo que ahora desean ser autoridad.