Por lo pronto, el reducido territorio morelense - de poco menos de cinco mil kilómetros cuadrados- debe convivir lo mismo con calor extremo que con fríos intensos, lo que genera grandes retos en materia de salud pública.
Las autoridades han advertido que la prevención es necesaria par reducir los riesgos. Participar activamente es no un deber, sino una necesidad de la población si es que busca prevenir -nunca mejor dicho- males mayores.