La secretaria de Educación Beatriz Ramírez ha anunciado la pronta entrega de la totalidad de los dictámenes sobre las condiciones que guardan las escuelas públicas después del terremoto.
Lo anterior permitirá reiniciar las clases, con las limitaciones a que los daños obligan.
Los padres de familia deben asumir que lo que ocurrió el 19 de septiembre fue de una magnitud insospechada y que los arreglos –totales o parciales- requieren de algo más que las expresiones del gobierno federal en torno a que con dinero público se realizarán todas las reparaciones o se edificarán nuevos edificios.
Es necesario movilizar los recursos locales a fin de coadyuvar a la recuperación de los inmuebles en el plazo más breve.
La organización escolar no puede centrarse sólo en acciones para pedir recursos al gobierno federal, porque no puede olvidarse que se atiende también la emergencia en otros estados, causadas lo mismo por sismos que por inundaciones.
Poner un pie en la realidad es lo mejor que puede hacerse.