La serie de sismos que sufrimos ayer puso a prueba el mecanismo de protección civil en todos sus niveles.
Más allá de las escenas de pánico propias de quienes vivieron la destrucción del pasado 19 de septiembre, la infraestructura se mantuvo en pie aunque volvió a hacerse evidente la necesidad de demoler todos aquellos inmuebles dañados.
Las comunicaciones telefónicas volvieron a sufrir afectaciones, pero las redes sociales y los programas de mensajería mantuvieron su actividad.
Por lo pronto deben tomarse precauciones duraderas ante las esperadas réplicas, a fin de mantener a salvo propiedades y la integridad de la gente.