El método extractivo utilizado por la empresa Alamos Gold en muchas regiones del mundo para obtener oro provoca un efecto depredador que dura décadas en las comunidades afectadas, una de las cuales se encuentra en el vecino estado de Guerrero.
Aunque no ha podido comenzar a trabajar en poco más de 300 hectáreas de los municipios de Temixco y Miacatlán, el potencial de riqueza que planea lograr (tres mil millones de dólares en oro, según el reporte a sus inversionistas) es obvio que no desistirá fácilmente, aunque eso dejé un daño ecológico en grandes zonas del estado, aún aquellas en las que no habrá explotación.
Por eso, cualquier medida preventiva de la sociedad es bienvenida, a fin de que el agua subterránea de la entidad y muchos ecosistemas, estén a salvo de esta amenaza.