Familiares y amigos del trabajador de una tienda preso por matar a un presunto asaltante cerraron ayer desde la una de la tarde y por varias horas el Paso Exprés, en pleno periodo vacacional, para exigir que el hombre sea liberado.
Un suceso trágico ocurrido el pasado viernes ha generado al menos dos días de incertidumbre sobre la posibilidad de transitar por esa importante ruta.
Independientemente de la justeza que pudiera tener la causa que defiendan, los manifestantes son apenas unas decenas contra las decenas de miles de personas afectadas.
La población se ha convertido en rehén de todas las causas y los grupos de cualquier tamaño no dudan en usar recursos de presión que causan grave daño social para lograr el éxito.
Lo que el primero de julio se expresó en las urnas fue totalmente lo contrario: las minorías no deben decidir el rumbo de las mayorías. Y eso vale para la política pero también para todo lo demás.