Parece que desde el Congreso se están haciendo bien las cosas en materia de combate a la corrupción. Por lo menos eso parece demostrar la actitud de Anahí Bahena López, ex funcionaria de la administración anterior y esposa de quien fuera secretario de Gobierno el sexenio pasado, Ángel Colín López.
La antes poderosa y confiada mujer, que tramitó y obtuvo una jugosa pensión a pesar de ni siquiera cumplir con la edad o la antigüedad necesaria, ahora ha buscado la protección de la justicia federal para evitar ser detenida.
Todo eso a consecuencia de las acciones emprendidas desde el Legislativo contra quienes figuran en la lista de beneficiarios de las famosas y ofensivas pensiones doradas.
Por lo menos hoy vive en la angustia, cuando en su momento de poder nada la disuadía de incurrir en prácticas ilegales.
Esperemos que los demás beneficiados por los excesos de la legislatura pasada vivan los mismos sentimientos.
Claro, lo mejor es que los ciudadanos podamos respirar aliviados cuando sepamos que los recursos públicos desviados a fines particulares regresan al erario.