Un reducido grupo de personas –algo desafortunadamente usual- afectó ayer la vida de decenas, quizá cientos de miles que no pudieron utilizar la avenida Morelos para entrar o salir de Cuernavaca.
La protesta fue para exigir que el semáforo que de manera privilegiada permitía el acceso a la colonia Quintana Roo volviera a funcionar.
La alcaldía ha señalado que en la misma avenida hay accesos a sitios con mucha mayor población que no disponen de semáforo, cuyo uso reduce la velocidad de circulación de una de las avenidas más importantes de Cuernavaca.
La defensa del privilegio de unos cuantos llevó a la necedad de prolongar el bloqueo por largas horas, en perjuicio de la sociedad. Los afectados no solo son los vecinos de Cuernavaca, sino de numerosos municipios que utilizan esa vía para llegar o salir de la capital morelense.
Habrá que esperar para ver hasta dónde llega la insensibilidad de los que hacen el reclamo.