El rescate de los municipios endeudados es una tarea pendiente desde hace varios trienios. El gobierno anterior simuló un programa encaminado a ese fin que al final solo sirvió para saquear los recursos públicos.
La situación más preocupante es la de aquellos municipios que enfrentan laudos ejecutoriados y cuyos cabildo están en riesgo de ser destituidos por el incumplimiento reiterado.
La suma adeuda supera de manera global los 50 millones de pesos, por lo que no hay dinero que alcance para llevar a cabio esa tarea.
Sin embargo, ayudaría mucho a reducir los déficits municipales el reducir el salario de los funcionarios de primer nivel de esas administraciones, así como el de los integrantes de los cabildos, que perciben ingresos muy superiores a su utilidad y preparación.
El ahorro en gasto corriente sería muy significativo y liberaría valiosos recursos.