Los empresarios organizados comienzan a manifestar su postura de rechazo a modificaciones al alza en impuestos y derechos para el próximo año, mientras la estructura pública en todos sus niveles se asfixia por la baja en los recursos provenientes lo mismo de la recaudación propia que de las aportaciones federales.
Eso crea un escenario de extremos difícil de conciliar, más aún en un posible escenario en que la entidad pierda más de mil millones de pesos de recursos del gobierno de la república.
Desde ahora, quienes gobiernan deben comenzar los trabajos de conciliación para buscar un punto de equilibrio, en el que no haya un claro ganador pero sí muchos actores que pierdan lo menos posible.
La reactivación de la economía requiere de inversiones gubernamentales, pero ante la inexistencia de fondos se ve difícil incentivar a las cadenas productivas.