Ahora que se ha extinguido en Morelos el esquema del llamado “Seguro Popular” (Régimen Estatal de Protección Social en Salud) es evidente que las protestas organizadas contra tal medida fueron artificialmente alentadas, pues solo se trató de un cambio de nombre pero no de la desaparición de la institución que brinda servicios médicos a quienes carecen de otro tipo de seguridad social.
Fueron meses los que se perdieron en banalidades, lo que finalmente terminó por afectar la operatividad del servicio, sobre todo en lo referente a las contrataciones del personal bajo el nuevo esquema.
Así como ese hay numerosos temas motivo de conflicto innecesario. Ojalá que en esos asuntos haya la suficiente información que desactive reclamos carentes de motivo, a fin de que las instituciones no vean alterada su actividad, sobre todo ahora, cuando se requiere que todos los esfuerzos de la sociedad se encaminen a lograr la ansiada recuperación.