La Secretaría de Salud de Morelos a través de sus representantes dio a conocer ayer que la entidad estuvo a una fracción de retroceder en el semáforo de alerta sanitaria, aunque finalmente logramos mantenernos en el color amarillo.
Pasar a naranja o a rojo significa volver a las restricciones de movilidad y el consiguiente daño económico para prácticamente todos los sectores de la sociedad.
La gente que no tiene conciencia de la gravedad del momento sigue en la calle sin usar el tapabocas ni guardar la distancia mínima para evitar contagios, por lo que a nadie sorprende el incremento de la mortalidad.
Sin embargo, la responsabilidad de esos decesos es clara: es con seguridad culpa de quienes ignoran las medidas sanitarias más elementales. Quizá esas personas se enfermen sin consecuencias, pero deben tener en su conciencia que dañaron gravemente a personas susceptibles a los peores efectos de la enfermedad.