En el anterior puente vacacional, cuando los empresarios del sector turístico habían depositado sus expectativas en la copiosa llegada de visitantes, vecinos del municipio de Huitzilac cerraron las dos carreteras que comunican Cuernavaca con la capital del país y la recuperación económica se perdió.
Ayer, vecinos de Xoxocotla que pelean por un asunto ya resuelto por el tribunal electoral cerraron la importante carretera Jojutla-Alpuyeca, principal -pero ya no única- vía de acceso a Tequesquitengo y los balnearios de la región.
Las actividades económicas volvieron a sufrir un duro quebranto.
No es posible que esta situación se mantenga. Los intereses de grupos minúsculos pero muy organizados no deben prevalecer por encima del bien común.
Los daños causados por dos años de pandemia hacen que estén en juego demasiados intereses comunes.
La fuerza de los caprichos y de la falta de capacidad negociadora no debería ser superior a la fuerza de la parte de la sociedad que todos los días trabaja para salir adelante.