La petición de la bancada del PRI en el Congreso local para que se le tomara protesta como diputado local a Roberto Yáñez Moreno no debe sorprender a nadie porque forma parte de la conducta histórica de ese partido, hoy reducido a una presencia casi testimonial aunque temporalmente se fortaleció cuando tuvo la adhesión del fallecido Juan José Yáñez Vázquez.
Demasiado se ha dicho ya que no existe una normatividad que determine la forma en que será ocupada la curul vacante pero, como si eso no importara, el priismo inició un procedimiento -que por fortuna no prosperó- donde incluso se dan el lujo de citar la ley en una burda fundamentación.
No hablamos de un simple trámite burocrático sino de la asignación de la voluntad popular expresada en las urnas.
Por lo menos, el PRI demuestra una vez más que es congruente con su pasado.