La vacunación contra covid 19 y el fin de la cuarta ola de contagios trajo entre la población una sensación de confianza excesiva que hizo desechar las medidas de prevención más básicas.
Sin embargo, la pandemia sigue entre nosotros y su capacidad de matar es ya muy reducida pero aún permanece latente, sobre todo para aquellas personas con problemas crónicos de salud, por lo que es necesario retomar todas las precauciones para evitar saldos lamentables.
El transporte público llegó a quedar casi inactivo en los peores tiempos del confinamiento, lo que dejó sin ingresos a miles de personas dedicadas a ese sector, aunque el escenario se repitió en casi todos los rubros de la economía, excepto quizá en la fabricación de cubrebocas.
La experiencia fue traumática aunque parece estar en el olvido. Sin embargo, llegó el momento -con la llegada de la quinta ola de contagios- de demostrar lo contrario y enfrentar a la enfermedad con las medidas necesarias para que no cause los daños que ya consideramos superados.