Finalmente comienzan a repuntar los casos de covid-19 que requieren hospitalización.
Sin embargo, la mayor parte de estos enfermos no están vacunados, lo cual constituye un enorme acto de indiferencia y repudio al gran esfuerzo social que ha supuesto el programa nacional de inmunización.
Ahora su curación requiere de importantes recursos médicos e infraestructura, cuando bastaba con haberse vacunado para que convalecieran en su casa, sin mayores complicaciones.
Ésa es la diferencia entre tener la vacuna y no. Es lamentable que haya personas así de indolentes.