El combate al delito requiere acciones interinstitucionales coordinadas y criterios unificados. La operación de las motocicletas en nuestro día a día se ha desordenado, y ahora se requieren reglas enérgicas para inhibir la comisión de delitos en el uso de esas unidades, así como garantizar seguridad en las vialidades.
Vacíos legales y artimañas administrativas han originado el caos en la circulación de las motos en las calles, con la proliferación de vehículos con o sin documentación, y de dudosa procedencia la misma.
Con los índices de delitos en incremento, la labor de regularización se hizo imperiosa. Acatar la ley es obligación de los portadores de todos los parques vehiculares.