Un escollo inicial representa para el próximo gobierno la situación del representante de la Fiscalía General del Estado. Uriel Carmona Gándara se aferra al cargo, mientras las mismas titulares electas del Ejecutivo estatal y federal tienen clara la idea de que en el sexenio que está por empezar, el funcionario ya no debe estar.
Un procedimiento jurídico debidamente fundamentado deberá resolver la cuestión. El fallo está en manos de la LVI Legislatura.
A Carmona Gándara correspondió gestionar una etapa novedosa en la institución encargada de la procuración de justicia. Sin embargo, la percepción compartida en la sociedad es de falta de resultados.
Al sentir ciudadano hay que agregar la turbia maniobra por la que el servidor público arribó al cargo durante la administración del exgobernador Graco Ramírez, aunado a los procesos fincados en su contra por el caso Ariadna Fernanda.
Es deseable empezar octubre sin pesadas herencias.