La recarga de presas y el respiro para la agricultura son algunas de las bondades que trajo el presente temporal. El maíz es uno de los cultivos que representa optimismo para productores e industriales; su desarrollo es muy importante en los esquemas alimentarios en el país.
Las consecuencias de la sequía que tuvo registros más severos el año pasado, fueron críticas para el campo morelense, con pérdidas históricas que afectaron a miles de familias que viven de la actividad agrícola en la entidad.
En este año las condiciones climáticas variaron y la situación también abre la puerta a la regularización de precios en el sector, ante un abasto de granos básicos y demás cultivos de los que Morelos es líder.
La estabilidad en la producción de maíz es básica para una industria como la de la tortilla, un alimento básico y tradicional en el país.