La criminalidad ocupa cada vez más territorios en el país ante el fracaso de las políticas de seguridad en los últimos sexenios.
Una “guerra” declarada a grupos de la delincuencia en un pasado no muy lejano no sólo fue ineficiente, sino que es cuestionada por el proceso por el que está sentenciado ya un exsecretario de Seguridad relacionado con las actividades ilícitas que el mismo Estado combate.
Mientras que los “abrazos” del último sexenio dejan en un estado de emergencia al país con hechos de violencia que conmocionan todos los días a las familias mexicanas.
Una cruzada conjunta contra los intereses intocados del crimen es necesaria contra un mal que amenaza al estado de derecho.