De acuerdo con la información que difundieron por separado la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo electo de Estados Unidos, Donald Trump, en la llamada telefónica que sostuvieron ayer no tocaron de manera directa el tema del amago de gravar con el 25% de arancel a los productos mexicanos que ingresan a suelo estadounidense.
Después de la charla pareciera que se abrió un nuevo desacuerdo entre los mandatarios, pero ahora sobre la migración y cómo hacer para detenerla. Mientras Sheinbaum Pardo aseguró que expuso que debe ser a través de una estrategia integral, Trump lo interpretó -o así lo quiso- como una franca aceptación para detener ese fenómeno a través del cierre de la frontera.
El nuevo desencuentro llevó incluso a la mandataria mexicana a publicar un segundo mensaje a través de su red social X en el que reviró y dejó en claro que el asunto no se resolverá a partir de un cierre de fronteras.
En lo único que coincidieron ambos mandatarios fue en considerar la conversación como “excelente” y “maravillosa”, pero en todo lo demás parece que las señales fueron contrapuestas, y lo que es peor, estamos exactamente igual que antes de la llamada.