En un contexto en el que se tiene evidencia de que la delincuencia ha logrado infiltrar hasta los niveles más altos de la administración pública en el país, depurar estos espacios y los cuerpos de seguridad es de las acciones más importantes en cualquier estrategia que busque combatir los delitos.
La certificación de los cuerpos de seguridad, a través de exámenes de control de confianza, si bien no resuelve por sí solo el problema o exime de que malos elementos sean cooptados, sí ofrece controles mínimos que ayudan mucho en la gestión de la lucha contra la inseguridad.
En esa tarea Morelos debe centrar parte de sus esfuerzos, pues de poco sirve avanzar en otros aspectos no menos importantes si el cáncer sigue consumiendo por dentro a las corporaciones que tienen la encomienda de proteger a los ciudadanos.