Andrés Manuel no cuidó detalles de su estructura que legitimarían su triunfo, subestimó áreas vitales y cayó en el triunfalismo antes que levantaran su mano, y Calderón con el apoyo de su partido, obligado del presidente Fox y de autoridades electorales, “cuadraron” los números para “ganar legalmente” y ser el sucesor del guanajuatense Vicente.
¿Cómo están las cosas hoy, en diciembre del 2011?
Bueno, el PRI que fue tercero hace seis años parece puntear, su seguro candidato Enrique Peña Nieto con el traspié de la FIL en Guadalajara, la reacción emotiva, natural –y amorosa- de su hija Paulina en el twitter, con las posteriores disculpas, se muestra como puntero entre los partidos. Las redes sociales, intensas, importantes, son sitio restringido para una tremenda mayoría que votan. Inciden, claro, pero en dos días dan paso a otro tema. Es tal su intensidad que 48 horas es mucho para sostenerse con una carga ahí. Así que Peña tiene que recomponer figura, estilo y regresar a las andadas.
En el PAN sufren por reacomodarse en la contienda mayor de julio, con la interna casi terminada con Josefina Vázquez Mota a la cabeza. El caso de la señora Vázquez es parecido al de Calderón hace seis años: no contaba con la bendición del presidente que, al final, no tuvo más que ayudarlo como candidato. Los notamos excedidos en sus eventos concurrentes, como en Guadalajara, donde no sabíamos quien ganaba el asalto, si el que ofreciera mejores o fundamentadas propuestas, o aquel(la) que diera el tono más alto en los gritos. Santiago Creel luce entregado. El otro, Ernesto Cordero, incluso es poco ayudado principalmente por su físico, sus expresiones que parecen cómicas y sus actitudes de fascineroso de pulcata.
Sorprendentemente el aspirante menos prendido, reflexivo y hasta con evidente buen humor es el del otrora Frente, Andrés Manuel, que viró su estilo de 40 años en la política del bravío orador, valiente activista social, ahora metido en una oficina en espera de la embestida. Difícil creer que un hombre mayor de los 50 años cambie su modelo de vida en unas semanas. ¿Qué le cayó el veinte? Difícil a estas alturas, pero la estrategia no es mal vista por sus seguidores de hace seis años que podrán volver a considerarlo su gallo. Eso lo hace el rival directo del priista Peña Nieto o apunta a lo que dicen los que saben de esto allá en la ciudad de México: que la contienda se divida en tres tercios con vencedor por una nariz, diferente a hace un sexenio que fueron dos, hoy estarían los tres. Ese escenario no lo tenía el PRI hace dos semanas ni el mismo día de ayer, pero es una posibilidad.
En este momento –con todo lo de los libros—Peña Nieto sigue muy arriba, pero nada más regresamos seis años para no perder la memoria.
Aquí, hace seis años, era un hecho que el senador Marco Adame Castillo sería gobernador apuntado por el PAN, y así fue. Su adversario más cercano, Fernando Martínez Cué por el PRD y las llamadas izquierdas, no hizo el esfuerzo extra por ganar. El solo no logra esa cantidad de votos, pero traía el aparato lopezobradorista, un fenómeno que no aprovechó el hoy diputado local. Maricela Sánchez Cortés del PRI jugó para cumplir con el compromiso, sabedora de que no tenía una sola posibilidad, pero consciente que una campaña hasta el peor tratado por la ciudadanía en las urnas, gana para su fuente propia buenos ingresos.
En enero se pone intenso, lo que sucede en estos días es como la pretemporada de los equipos, es más asuntos de cocina y preparación que de efecto directo a la sociedad. Hoy, el ciudadano morelense común está más preocupado si va a cenar con su familia en navidad o si el año nuevo le queda algo de los romeritos, que si el PRI, el PAN o el PRD con los movimientos que quieran, están haciendo lo necesario. Los tiempos de la política, parecen ser el argumento de los que se dedican a esa actividad y tienen aspiraciones. Los tiempos de los políticos, al ciudadano normal no le interesan. Así de fácil.
Todos enrollados los políticos en el país y Morelos no debe ser la excepción. En tanto los que medio saben de tiempos y condiciones se hacen, los que están interesados pero ni idea tienen, se aparecen en cuanto medio pueden. Por ejemplo, en el PAN se preparan para una lucha interna que bien puede estar ya concertada para conveniencia de todos. Incluso, bajo esas condiciones, no es ninguna osadía que la esposa del gobernador respalde públicamente a Alejandro Villarreal Gasca en su “destape”.