Se observa con la aparición en medios nacionales de temas morelenses entre priistas que la realidad indica, no merecían tales espacios, que el objetivo no es ningún local, no es Amado Orihuela Trejo ni Manuel Martínez Garrigós (al que le cargan la mano) sino Enrique Peña Nieto que el lunes se despertó con la natural noticia que tiene un Dos a Uno sobre la candidata del Partido Acción Nacional. Parece difícil que en lo que resta al día de la elección Peña Nieto se desbarranque. Sin embargo, el PAN comienza hacer pequeños hoyos regionales que pretenden (y pueden lograrlo porque lo hacen profesionales) minar las fuerzas del mexiquense y del PRI. Y si no actúan los estrategas tricolores, se les complicará la contienda.
Veamos algunas razones de ello:
El incidente en el World Trade Center Morelos a principios de la semana pasada en un evento del PRI, tardó cuatro o cinco días en encontrar eco en la ciudad de México. Incluso mereció las ocho columnas en un diario de circulación nacional a destiempo, cuando aquí la información ya estaba diluida. Y es notable la operación de los nuevos integrantes del Team Vázquez Mota en un programa que tiene prestigio como el de “José Cárdenas Informa”. Éste, regresa de una corta vacación y antes de cada corte lanza el aviso: “ya con Rafael Cardona y su Cristalazo veremos qué pasa en Morelos, en el PRI y con Manuel Martínez Garrigós”. Cardona, periodista de vasta experiencia, ameno analista, ha revivido prácticamente en el programa de Cárdenas. Tocó dos temas: Martínez Garrigós y Josefina Vázquez Mota. A ambos los castigó con dureza y luego Pepe Cárdenas remató al dirigente priista morelense.
A estas alturas del combate, a Martínez Garrigós le cuelgan medallas, porque ya no puede ser candidato a gobernador como cuando lo agarraron a cates desde el DF, pero si un buen pretexto para “La Operación Monas” que los flamantes estrategas de la campaña blanquiazul den frutos a su llegada con una desgastada candidata. Repetimos lo que se ve: desde Los Pinos van hacer hasta lo imposible por conservar el poder y hasta pueden perder el juicio actuando desesperadamente. Mucho cuidado, por ello redacta el columnista lo que considera han sucedido estos últimos tres días.
En las entrañas del gremio nadie se asusta de “un llegue” o la columna completa hacia tal o cual, aquí la intemporalidad de un suceso que hicieron estelar cuando en ese mismo lugar y en los otros medios, tuvieron que mostrarlo en la magnitud que consideraran la semana pasada, el día que ocurrió. La intervención de las salidas de profesionales de Los Pinos a reforzar el marchitado equipo de la señora Vázquez Mota, y la estancia allí de José Solá, ni la repetición de Rafael Cardona, dejando como hilacho a Manuel Martínez Garrigós, no es coincidencia. Se trata de una operación, pero esta vez con “monas” que terminen por lastimar a Enrique Peña Nieto.
Y damos la explicación de qué es una “mona”: así se les llama a gallos no aptos para pelear, lastimados, sin un ojo, con una pata rota, a los que usan en los palenques para “sacarles las patas” a los que van a combatir por su vida. Como son de sangre guerrera pero están imposibilitados, “las monas” logran el objetivo de calentar al contendiente.
Esta vez el presidente del PRI local no tiene defensa, porque “ya se lo tragaron” hace tiempo en una Operación que inició en Los Pinos. Y lo decimos porque un familiar cercanísimo a a alqguien que ya les diremos quién es nos comentó cuatro o cinco días antes: “Tal día Rafael Cardona le va a pegar una madriza a Martínez Garrigós”. Y así fue. Todo, todo, pero todo el espacio del viejo periodista al entonces presidente municipal. No era casualidad que otros presidentes de capitales donde gobierna el PAN, como Jorge Aristóteles Sandoval (éste sí, finalmente candidato del PRI en Jalisco) al rato fuera objeto de tratamientos especiales mediáticos desde la ciudad de México. A éste hasta “un procesazo” le dieron por una presunta relación amistosa con gente, también en apariencia, ligada con el narcotráfico. A Sandoval no lo tumbaron como a Garrigós.
En aquel momento los objetivos eran ayuntamientos de capitales de estados gobernados por el PAN. Hoy es reactivar aquel esquema para bajar a Enrique Peña Nieto y para ello le van a dar donde sus archivos y monitores indican y con el personal que suelen utilizar, entre ellos periodistas de su “combo”. Está claro como para que se coloquen bien las pilas los encargados de la campaña de EPN, sobre todo Luis Videgaray y en el PRI Pedro Joaquín dote de herramientas al maestro Roberto Calleja, su jefe de prensa en el CEN. Porque los 25 puntos de ventaja de Peña Nieto que publican Milenio y coinciden otros medios y encuestadoras, sería para que “la plaza se rindiera”, pero el activismo de las últimas horas, la elaboración de estrategias que hace tiempo les funcionaron, indica que la pelea apenas inicia y que para llegar al centro—blanco—objetivo requieren primero abrir flancos, retaguardia, en una especie de guerra de guerrillas, pequeñas escaramuzas que al final hagan caer en la tentación al jefe de la poderosa tropa que según muestran las mediciones profesionales en la contienda electoral. Peña Nieto es el centro—blanco—objetivo, no dirigencias regionales o personajes que ya han sido atropellados por la estrategia pervertida y sin duda eficaz.
Es evidente que el retorno del español José Solá, va a buscar quitarle puntos a Enrique Peña Nieto, además el primero lo sabe hacer. No olvidemos que hace seis años este eficiente estratega mediático acuñó la frase que le quitó la ventaja necesaria a Andrés Manuel López Obrador, cuando lo calificaron como “AMLO, un peligro para México”.
Con la estrategia, el arrojo, el conocimiento de los nuevos miembros del “War Room” de la señora Vázquez Mota, pudo haber llegado “La Maleta”. Es un tema que apenas inicia…