La victoria es clara, gana el PRD--PT y Anexas, el Verde se adjudica cinco municipios y una diputación local directa, el PSD del chinelo Julio Yáñez tiene registro y el PRI le da forma a una derrota anunciada por sus propios dirigentes con sus actitudes y se advierte en sus entrañas más íntimas, que viene un ajuste que si fuese criminal sería sangriento, pero que dejará muchos heridos y echarán a patadas a los que sobran. Una purga desde arriba… o la muerte por inanición, lo que gusten.
Graco Ramírez Garrido Abreu, el virtual gobernador electo de Morelos, tomó la escopeta, la cargó de votos y acabó con tres figuras con quienes tenía cuentas pendientes: Jorge Carrillo Olea, Sergio Estrada Cajigal Ramírez y La Sagrada Familia del PAN. De paso su tiro alcanzó a echarle aire al endeble aparato priista que hace rato amenazaba irse a pique. En los primeros veía a sus actuales adversarios políticos electorales y en los otros a sus eternos detractores. Los últimos con Cuernavaca retenida, les sobra tiempo para la reflexión.
El consuelo
De 1995 a 1998, Graco fue la punta de lanza de la sociedad morelense para reclamar los secuestros que a granel sucedían por toda nuestra tierra. Usó sus oficios en “El Centro”, se inició la movilización social, se sumaron todos --incluso priistas y panistas— porque se conocía que era desde adentro del aparato policíaco oficial como perpetraban los plagios y el 10 de mayo en la Fonda “La Güera”, el mismo Graco llegó a comer como lo hacía constantemente. Estaba solo. Acompañábamos junto con Paco Guerrero a Víctor Hugo Bolaños “El Estropajo” en su exitoso programa “Mesa de Redacción”, acompañados por la madre del que escribe, con quien Graco solía conversar.
“Ya se cae Carrillo”, le dijo a este columnista. “Es cosa de días… o de horas”. Le preguntamos ingenuamente si quería entrar “al aire”. Sonrió y por ahí pidió una tortilla con arroz y mole o algo así. Se sentó cerca pero no intervino. En uno de esos cortes saludó a todos y lo hizo más público: “Ahora sí se va Carrillo Olea”. No faltaba el “cuándo”, “éntrale al aire” o de Paco Guerrero: “¿Estás hablando en serio? Y contundente: “Se va, tranquilos, es una decisión tomada donde debe ser. Ya se va este señor que tanto daño ha hecho”.
Terminó el programa y comimos todos y no dio detalles. “En estos días, no falta mucho”, y su risa característica, la risa de Graco. Ocho días después Jorge Carrillo pedía licencia al Congreso y lo reemplazaba Jorge Morales Barud para un gobierno que lo fue, de reconciliación, de dos años.
Bueno, la demanda principal y a la cabeza era el secuestro. En estos meses y días se ha multiplicado, sin exagerar, por 20. Graco gobernador tiene ante sí el primer compromiso a cumplir que aunque no firmó ante notario ni lo hizo en esta corta campaña, fue celebrado, vestidos de blanco, en la plaza pública de Cuernavaca en 1998. Hoy, aquellos que por ahí estuvieron y los morelenses deben estar ciertos que Ramírez Garrido Abreu va a cumplir. Esa fue, hace más de 15 años, prácticamente su primera gran causa social y política en la entidad.
Pero vendría otra…
Durante la primera administración panista, encabezada por Sergio Estrada Cajigal Ramírez, inició la circulación de versiones que el crimen organizado, determinados cárteles de la droga, tenían intereses con funcionarios del gobierno, tanto en áreas policíacas como políticas. Graco Ramírez fue el primero en denunciarlo, era presidente estatal del PRD y sin duda su personaje más reconocido. Desde el gobierno le echaron la prensa encima y él recurría a sus habilidades y herramientas, sobre todo a sus contactos nacionales que son muchos y sólidos, además a sus fuentes tanto en el medio castrense como en el político de su partido y el propio PRI. Nunca con los panistas, por el momento.
En la andanada en su contra, el factor en favor de Graco era que de tan nuevos, sus adversarios en turno no lo conocían y se metían en terrenos donde es casi invencible: el mediático. Los hizo añicos, sobre todo la figura de Sergio Estrada y su segundo Eduardo Becerra Pérez, a los que lo estigmatizó nacionalmente y por donde quiera se hablaba de sus vínculos con el narcotráfico. Tarde se enteraron los estrategas anti—graquistas que combatieron en una arena que sólo él conocía y les dio una tunda que no lograron recuperarse.
La sociedad local sabe tomar registro y cada acción de Ramírez Garrido Abreu era anotada mentalmente. No sabemos si por acción de Graco, presión del mismo o porque en efecto no había manera de ocultarlo, comenzaron a caer los jefes policiacos más importantes de esa administración, hecho que la dejó marcada: Agustín Montiel López, Raúl Cortés Galindo “El Mico” y Alberto Pliego Fuentes (que murió en prisión víctima de un viejo cáncer) y ya en esta como una especie de seguimiento, José Ángel Cabeza de Vaca, Francisco Sánchez González y Salvador Pintado, jefes de la estatal preventiva, metropolitana y de la judicial en recuperación de vehículos. Dos siguen presos y Sánchez recién fue absuelto.
La victoria de Graco del domingo abre la esperanza que el flagelo del narcotráfico se termine, aparte que un buen número de paisanos lo ve como la panacea, llegando él esto se termina y Morelos vuelve a ser la entidad tranquila y bella que ha sido hasta antes de la llegada de los villanos. Sí, porque Graco era el primer valiente que encaraba este tipo de situaciones exigiéndole al gobierno. Ahora él va encabezar el gobierno y lo queremos ver actuar como un ejecutivo firme, decidido, maduro, conciliador, flexible pero duro, además de humanista, casi nada estamos pidiendo. Es que él ha generado con sus acciones de luchador social estas expectativas. Su tarea no es simple. Y lo sabe. Este es un reto igual o mayor que el de los múltiples secuestros. Lo sabe el futuro gobernador y tiene que preocuparse y ocuparse en cómo combatirlo, más allá de obligaciones legales del ministerio común o federal.
Ninguna razón tiene nadie para negar el triunfo claro de Graco para ser gobernador. En efecto –porque lo restriegan con razón propios y extraños.
En este espacio en algunas ocasiones dijimos que nunca sería gobernador. Nos equivocamos, no por deseos que no lo fuera, sino que este fenómeno no aparecía en ningún guión. Y cumplimos lo pactado públicamente en el momento que el ganador lo decida: ya tenemos listo el ahorro para invitarle a un amigo mutuo, Gustavo Martínez “El Logócrata” y al “staff” de minutostv.com de La Unión de Morelos, los ricos tacos en “Día y Noche” por los dominios carolinos de Gustavo en la avenida Morelos, frente “a la Miguel”.
En tanto, nuevos aires soplan por Morelos, esperemos sean benignos…
La Realidad
Revisen nombres y géneros y encontrarán que los candidatos de la Coalición PRD—PT y Anexas en su mayoría, son afines a Andrés Manuel López Obrador, así que éste volvió a ganar la elección de Morelos, sin menospreciar que logística, mediática y políticamente el equipo de Graco hizo las cosas mejor.