La ignominia es el destino de la mayor parte de quienes integraron la LII Legislatura.
Quienes ahora arrancan su camino deben entender que las condiciones sociopolíticas de Morelos se han deteriorado enormemente en los últimos años y la sociedad y las instituciones casi se agotan ante tanto abuso, por lo que les corresponde enderezar el camino.
Son expectativas elevadas que es probable no se cumplan pero no por eso deben dejar de manifestarse.