Sin embargo, queda por resolver el conflicto con el gobierno del estado, que ha mostrado su hostilidad a través de actos que afectan la estabilidad financiera de la institución o incluso la labor del día a día, cuando - por ejemplo- retrasa una y otra vez la entrega de instalaciones que ya deberían ser operativas.
Las autoridades estatales han sido omisas para responder a los señalamientos puntuales hechos desde la UAEM.
La solución a las demandas sindicales no cancelan los reclamos, pero la postura desde el Ejecutivo estatal debe clarificarse, por el grado de inestabilidad que se vive.