La educación es un derecho y no un servicio que el Estado mexicano pueda dar. Mayo, se puede considerar, como un mes en el que se han dado una sucesión de hechos en la construcción de acuerdos para avanzar hacia delante en la tan anhelada construcción de políticas educativas que mejoren la calidad educativa pública en nuestro país. La evaluación del desempeño profesional y la carrera magisterial, firmados por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), son dos asuntos que se inscriben dentro de una tendencia mundial, cuyo espíritu es redimensionar el papel que juegan los maestros en los salones de clase para así perfeccionar los procesos de enseñanza y de aprendizaje del estudiantado.
Acuerdos por una calidad educativa
El SNTE ha sostenido invariablemente una línea de acción estratégica planteada desde hace varios años: la calidad educativa como objetivo prioritario, no obstante las malas condiciones de trabajo bajo las cuales labora el magisterio. Aun cuando la calidad educativa se puede alcanzar con la consecución de muchos factores, asociados con el capital social, la salud, el presupuesto y la planeación administrativa de las autoridades federales y estatales, así como la sensibilidad del Poder Legislativo en la asignación de recursos necesarios para la educación, los trabajadores de la educación han asumido su tarea para arribar a estándares orientados a mejorar las habilidades, competencias y logros académicos de los alumnos de educación básica.
El presidente de la república, Felipe Calderón, así ha entendido esta disponibilidad y voluntad del magisterio, plasmada desde la firma de la Alianza por la Calidad Educativa (ACE) entre el SNTE y la Secretaría de Educación Pública (SEP) el 15 de mayo de 2007. La tarea en muchos países ha sido edificar un sistema de carrera magisterial y de evaluación de la práctica docente. Hoy se reconoce que es indispensable vincular el desempeño de los maestros con el aprovechamiento de sus alumnos a un esquema de estímulos económicos. La firma de la Reforma de los Lineamientos Generales del Programa Nacional de Carrera Magisterial y el acuerdo Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicio de Educación Básica entre el SNTE y la SEP el pasado mes de mayo, ponen en marcha dos de las iniciativas que el magisterio consideró como prioritarias para avanzar en la construcción de un sistema nacional de formación continua para el magisterio.
Evaluación universal
Los acuerdos de carrera magisterial y evaluación universal se inscriben dentro de los ejes estratégicos que conforman la ACE. En 2012, la evaluación integral de los maestros, directivos y docentes de apoyo técnico-pedagógico será obligatoria y periódica. Se abren nuevas expectativas para el desarrollo profesional de los docentes. El espíritu de esta iniciativa no es sancionar; por el contrario, se contará con un diagnóstico que apuntalará el desempeño docente frente a grupo y el dominio que tienen sobre los contenidos de los programas curriculares. Se aplicará por niveles con periodicidad de tres años: en 2012 con primarias, 2013 con secundarias y 2014 con educación inicial preescolar tanto públicas como privadas.
En este esfuerzo por profesionalizar a los maestros, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) –que aglutina a 159 instituciones de educación superior y centros de investigación- ha formalizado con la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP su participación en este programa, el cual ha calificado como “un parteaguas en la formación de los maestros”.
Los maestros no han dejado de hacer la tarea. Han mantenido su esfuerzo para tener un nivel educativo en el país no obstante las deficiencias, carencias y limitaciones que padece el sistema nacional educativo, inclusive financiando ellos mismos su capacitación. A nivel global prevalece una óptica y una oleada a favor de la instrumentación de reformas educativas en aras de la calidad educativa, por lo que a nivel local no podemos hacernos a un lado. Y eso amerita apoyar a los docentes, revalorar su papel y su reconocimiento social.
ALREDEDOR DEL PAIS
Juan Díaz de la Torre, secretario general ejecutivo del SNTE.- En el marco de la XXXI Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), fue electo Juan Díaz de la Torre como nuevo secretario general ejecutivo.
Este evento fue marco propicio para que la presidenta nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo, evaluara -en el marco del contexto nacional-- el trabajo sindical, así como fijar la ruta de trabajo a seguir por parte de las diferentes secciones que integran al propio sindicato de maestros.
En este orden, se acordó la reestructuración de los órganos nacionales de gobierno, así como la nueva encomienda para el Profr. Rafael Ochoa Guzmán, quien --además de su labor legislativa como senador de la república-- presidirá el Comité de Acción Política del magisterio nacional.
Reconocimiento a la BUAP.- Hoy en día, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es un referente nacional de las instituciones de educación superior por sus logros académicos. Los Evaluadores del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), de hecho, felicitaron su esfuerzo al tener el 100 por ciento de sus programas de licenciatura evaluables en cuanto a programas de calidad, logros en materia de infraestructura, posgrado y manejo financiero. Como bien señalaron los visores que certificaron a la BUAP, “tener el cien por ciento de la matrícula evaluable se dice fácil, se oye muy bonito, pero es mucho trabajo de toda la comunidad; es un esfuerzo loable y un ejemplo para muchas de las instituciones públicas del país”. El PIFI es una entidad de la SEP para apoyar a las instituciones de educación superior a lograr mejores niveles de calidad en sus programas educativos y servicios que ofrecen