Parecería fácil para el candidato al gobierno estatal acceder y sacrificar a su antes adversario, hoy ad later, Fidel Demédicis Hidalgo --por cierto integrante de la nefasta legislatura morelense, cuyos integrantes no merecen ninguna posición; por el contrario, deberían ser sujetos de sanción por la corrupta, ineficaz y cómplice gestión--. Pero no se trata de un escaño o un lugar. Demédicis tiene junto con el grupo que le es afín por lo menos el 33 por ciento de los votos en la instancia que ha de determinar candidaturas locales.
Los movimientos que hoy bloquean los accesos a las oficinas del PRD Morelos por supuesto que tienen liderazgo y son perfectamente identificables; pero el legislador local sabe también defenderse de esa y otras muchas formas.
La mancuerna resultó extraviada prácticamente durante todo el sexenio adamista; Graco en el armado del andamiaje con la comodidad del Senado. Fidel mientras tanto pasó tres años en la banca y lo que va de la nefasta gestión del Congreso de Morelos en una de sus curules.
En otras ocasiones Demédicis le ha competido frontalmente a Graco; ahora midió fuerzas y aplicó la máxima de unirse al enemigo. La negociación, de consolidarse, le es óptima: gane o pierda Graco la gubernatura, él podrá alcanzar el Senado y hacer la tarea que corresponda para el 2018; de triunfar la izquierda en Morelos, apostarle al apoyo del gobernador y recibir la estafeta.
Ante esta gigantesca oportunidad, podemos augurar que ese escaño no será motivo de negociación; tendrían que arrebatársela a jalones, empujones y un golpe certero que lo dejara fuera de la batalla. Sin embargo, su haber al interior del PRD es gran escudo.
La presidencia municipal de Cuernavaca es el espacio idóneo para tranquilizar los ánimos. José Luis Urióstegui está anotado desde hace tiempo; es más, parecía que iba solo. Pero en política, la ingrata política, se traiciona a cualquiera. Rabindranath Salazar no tiene presencia en la capital, Salgado sí.
La mancuerna está en la misma camisa pero cada manga es movida independientemente; falta ver cuál de las dos es más hábil. Diestra o siniestra pero con certeza.
La toma de las instalaciones del PRD Morelos no es duradera; sólo lo necesario para el amarre.
Graco y Fidel van juntos. Pero no es ni maridaje ni sociedad; además cualquiera de las dos figuras es sacrificable, una mediante el divorcio o el abandono y la otra con la simple disolución. Más bien se percibe un pacto entre caballeros pero que lamentablemente a lo largo de la existencia misma, también es traicionada la palabra.
Graco está amarrado y de él dependerá su triunfo; Fidel pende de un hilo y de un convenio no escrito.