Cortinas de humo son comunes en la vida pública, en este caso es evidente que el ayuntamiento de Cuernavaca vive condiciones difíciles en el momento mismo que llegan en 2009 y que errores humanos, excesos, rencillas políticas y metralla mediática por negocios, lo hacen estridente. Nadie puede negar lo expuesto públicamente, pero no estamos ante el caso único que presenta la entidad. De acuerdo a su tamaño y circunstancias los 32 municipios restantes atraviesan por severas crisis y, como lo dijimos, cada día se escucha más y aparecen los mensajes que son 700 millones los que no tienen justificación y, para los mal pensados y otros que no lo son tanto, es ya un acuerdo extra sexenal para que se borre el asunto y se abra una nueva cuenta, afinando lo que coloquialmente es “borrón y cuenta nueva”.
Cierto o no, al gobernador electo Graco Ramírez lo coloca en una condición crítica, porque sus buenas o presuntas relaciones con quienes gobiernan la entidad o lo hicieron en Cuernavaca, lo sitúan con el poder suficiente para aplicar la máxima del borrón y la nueva cuenta. Justo en los momentos que la crisis general que viven los ayuntamientos y no dudemos que el propio gobierno estatal, obligue a que los legisladores que toman protesta en unos días, ya negocien con Graco ampliaciones que alivien la situación no en base a salvar carreras políticas o la figura de tales o cuales, sino de sacar a Morelos de la crisis que vive, por más oropel que pongamos en los medios que, por cierto, hemos quedado a la zaga con la tremenda realidad, nos han rebasado, como rebasadas están las instituciones públicas. ¿Tenemos con qué negarlo en uno y otro lado?
Bajo qué condiciones va a fincar una buena administración Graco Ramírez es algo que nos tiene que preocupar. Las especulaciones de hoy son normales, digamos naturales, por la relampagueante actuación de los políticos actuales, y el término “relampagueante” es porque en su mayoría han aparecido y no los volveremos a encontrar en la vida política, generaciones de estrellas fugaces, de flores de un día, de ilusiones ópticas. Tristemente. Y si no revisen quiénes quedan de los que hacían política hace 20 o 25 años y en los primeros planos. Nada de nadie.
Es ese otro de los retos, porque la transición de un partido a otro no ha logrado consolidaciones en ninguno, con todos cambiándose el poder. No es culpa de la sociedad, una sociedad morelense confundida, llena de lastimaduras, insegura y desconfiada con toda la razón. ¿Por qué creerle al que se va? ¿Por qué confiar en el que llega? Miden con el mismo rasero a todos. Estas duras realidades de la sociedad es el reto principal de los gobernantes, estén donde estén, vencer con acciones reales y contundentes. Repetimos, entonces, ¿Graco ya conversa con los legisladores electos, de todos los partidos? Porque deseamos saber cómo y con qué va a gobernar. No con quienes, eso es lo de menos, talentos y petardos sobran. No, lo importante es bajo qué condiciones lo va hacer, porque en la apuesta vamos todos quienes vivimos aquí, tanto el de Cuernavaca que se levanta y acuesta con el escándalo o la nota escandalosa del día, como el de Totolapan o Tetela del Volcán que sabe que los recursos de sus autoridades son insuficientes y el futuro inmediato incierto.
Son hechos, la crisis en el Ayuntamiento de Cuernavaca, hay que revisar los factores, la toma de decisiones, hacer que los arbitrarios paguen lo que deban y los justos sean reconocidos, porque los hay. Como en su tamaño Atlatlahucan, Cuautla, Jojutla, Yautepec, Jiutepec, atraviesan momentos sumamente complicados en el terreno financiero. Simplemente “la especie” del hoyo financiero de 700 millones de pesos es un punto crítico, Que si hay cortinas de humo, seguro, pero Cuernavaca no es Morelos, sí su capital, pero no todo. Vive con dureza su crisis, pero habrá de revisar qué es y qué parte del inventario general y los intereses particulares. Lo otro, lo de los 700 millones cobra fuerza cada instante. Ello sería grave, pero dejémoslo como está: dicen que existe.
Breve Llamado
Buen amigo, el licenciado Sergio Medina nos tiene preocupados por su desaparición. No radio, no teléfono, no ida al negocio. Lo extrañamos de verdad, porque insistentemente en los últimos días lo hemos buscado para tratar asuntos sin relevancia, y como El Unicornio Azul “pastando lo dejé y desapareció”. Insistiremos porque, lo repetimos, hasta hoy ha sido un buen amigo…