Sabemos que no es así, pero es notorio que la delincuencia organizada subió la velocidad en algunas zonas y no parece estar en posición que, con avisos, el gobierno del Estado los eche fuera. Existen muchos intereses, se habla de varios grupos y no se conoce la detención de ningún cabecilla, puro de lo que ellos mismos llaman “peón”.
Mencionamos a la licenciada Vázquez Luna, secretaria de Seguridad Pública, cargo en el que han estado tras la captura de Luis Ángel Cabeza de Vaca, sólo generales en el retiro, cuatro o cinco, perdimos la cuenta. (Por cierto, Alicia defendió y liberó tras varios años de encierro al secretario de la policía en Cuernavaca, Francisco Sánchez González, aprehendido el mismo día y por las mismas aparentes causas que Cabeza de Vaca, que lo promovía desde siempre). Es en un buen rato la que regresa la posición a los civiles y no tenemos el dato exacto, pero debe ser en las 32 entidades una de las excepciones. Como que los gobernantes descargan responsabilidades y obligaciones en recomendaciones de los mandos militares. En este caso, Graco asume sus riesgos y coloca a una abogada morelense.
El cargo es serio, seguro existen elementos que pudieran servir a los intereses de la delincuencia, como es ya común en todas partes y no faltará quien desafíe la autoridad de una dama, aunque sabemos que Vázquez Luna es fuerte en sus decisiones, pero nunca ha tenido un cargo con ese perfil, ni más ni menos que la prevención del delito de todos los morelenses, la seguridad de usted, yo y los demás. El que escribe la imaginó en lo que domina mejor, la procuraduría, sobre todo ahora que se ha dado un formato donde pareció chunga y se coloca en un exhibidor a profesionales del derecho para sacar a uno solo hacia el cargo que hoy, con un perfil especial, de no mal tono, maneja Mario Vázquez Rojas.
Vimos dos gráficas con Vázquez Luna en primer plano, en ambas se observa taciturna, como confundida. Es la impresión del columnista y le anexamos el crecimiento en las ejecuciones y seguramente lo que ella en sus análisis diarios observa de la corporación a su mando. Si fallan uno o varios de sus policías, es corresponsable, y ese tipo de acciones se consignan diariamente en diversos puntos del país. Nos parece una mujer que merece mejor trato, en posiciones donde no se conjuguen los afectos y reconocimientos personales que sin duda le tiene Graco. Los ha ganado. Como que Alicia Vázquez Luna merece más y no estar en un sillón que el más modesto de sus policías puede hacer estallar.
No sabemos hasta dónde sea de mayor eficacia, pero los secretarios de seguridad en muchas entidades no son vecinos y menos oriundos, porque saben que van a correr todo tipo de pruebas y, casi siempre, tendrán que meter la mano dura. Morelos, cada vez más, se confirma, es uno de los cinco estados más violentos del país, viven entre nosotros grupos delictivos de alta peligrosidad, lo reflejan los homicidios con el sello del ajuste.
Si el gobernador Ramírez Garrido Abreu colocó ahí a Alicia Vázquez Luna es porque seguramente le pondrá especial y personal atención. Públicamente se conoce que Graco conoce del tema de la seguridad pública, en ese rubro enderezó sus criticas a los gobiernos de Jorge carrillo Olea y Sergio Estrada Cajigal Ramírez, y les hizo dura mella, al primero coadyuvando para que se fuera y el segundo a punto de hacerlo a través de un juicio político. Ahora, entonces, los días contados que hace la sociedad y reflejan los periodistas, no es más que acto—reflejo de lo que esperan de aquel combativo y valiente luchador social que lanzaba consignas e incendiaba con su voz los micrófonos en las cabinas y quemaba rotativas. Hoy es el gobernador del Estado, está en la otra esquina, o en la otra portería o en el banquillo de enfrente.
Hay un elemento natural: el pueblo-pueblo le otorga facultades a los que gobiernan, cercano a lo divino. Son súper poderosos. Eso no hay con qué quitarlo. Y hoy estamos en el día 17.
Precisión
Ayer, en una parte de esta columna mencionamos que el general Ayón, como secretario de Seguridad Pública de Cuernavaca, solicitó 340 armas largas para combatir a la delincuencia. Aclaramos: fueron 40 pero “el dedo” nos traicionó y antepusimos el 3.