Hasta antes del 16 de diciembre de 2009 todo era felicidad para el entonces gobernador de Morelos. No obstante la derrota de su partido en las elecciones de julio de ese año, había conseguido a través de sus operadores que su principal enemigo político, el priista Guillermo del Valle, quedara sin poder alguno en la naciente legislatura, desterrando así la amenaza de un juicio político en su contra tras la detención de su secretario de Seguridad, Luis Ángel Cabeza de Vaca, por presunta protección al narcotráfico.
La fortuna le sonreía al médico cirujano tanto en el plano profesional como en lo personal. El Congreso acababa de autorizar el presupuesto 2010 enviado por el Ejecutivo sin mayores variaciones y el sábado 19 se casaría nuevamente con su esposa Mayela, tras 25 años de feliz matrimonio.
El martes, la familia Adame Alemán disfrutó de El Cascanueces, en el Teatro Ocampo, y el miércoles ultimaban los preparativos para la ceremonia religiosa que se celebraría el sábado en la Catedral y la comida en una Hacienda de Xochitepec.
Pero a partir de las 18 horas, Marco Antonio Adame, como cualquier otro vecino de Cuernavaca, se enteró que helicópteros militares sobrevolaban los edificios Altitude. Su investidura no pesó para obtener detalles de lo que estaba ocurriendo. La única información que recibió fue la que proporcionaron los médicos del Hospital General José G. Parres y del Hospital del Niño, ambos aledaños al complejo habitacional.
Su sorpresa fue mayúscula al enterarse de que tampoco su amigo, el general Leopoldo Díaz Pérez, jefe de la zona militar de Cuernavaca, había sido avisado del operativo, y que eran miembros de la Secretaría de Marina (Semar) los que estaban al frente. Ya entrada la noche, supo a través de los medios que uno de los muertos en el enfrentamiento era Arturo Beltrán Leyva.
A partir de ese momento la sombra del juicio político persiguió al gobernador morelense. Anuncios espectaculares pagados por el PRI y el PRD anunciaban que “Marco Adame solapó a Cabeza de Vaca”. Y es que a principios de 2009 la revista Proceso y el Diario La Unión difundieron parte del expediente en el que aparece el número de cuenta bancaria del gobernador en el directorio de la Blackberry del exjefe policiaco que permaneció preso hasta el 2016 en un penal de Nayarit.
Tras intensas negociaciones, los partidos de oposición cesaron en su intención de proceder contra el gobernador, sobre todo después de que, a través de una carta, Cabeza de Vaca exoneró a su exjefe y dijo que el número de cuenta bancaria iba en el directorio que le había pasado vía bluetooth el secretario particular del mandatario.
Sin embargo, el tema volvió a ponerse en la agenda política en la recta final de su mandato, cuando el periódico Reforma difundió parte de las declaraciones de Sergio Villarreal, alias El Grande, en las que aseguró que en 2008 el helicóptero oficial del gobierno estatal fue utilizado para transportar a Beltrán Leyva y otros narcotraficantes desde el municipio de Emiliano Zapata hasta Puente de Ixtla, con la finalidad de evadir un operativo militar que se dirigía al restaurante Mi Pueblito, donde departía El Barbas con Luis Ángel Cabeza de Vaca.
Muy poca gente sabe que el entonces gobernador de Morelos tuvo que comparecer ante un Juzgado de Distrito para ser interrogado por la defensa de Luis Ángel. ¿Qué referencias profesionales y personales tiene del suscrito Luis Ángel Cabeza de Vaca? Fue la primera pregunta.
“El C. Luis Ángel Cabeza de Vaca Rodríguez se desempeñó como secretario de Seguridad Pública, del día dos de octubre de dos mil seis al día quince de mayo de dos mil nueve, fecha en que presentó su renuncia al cargo. Durante su gestión mantuvo con el suscrito una relación estrictamente institucional”, contestó el gobernador, atajando cualquier posibilidad de que se le relacionara con el acusado.
Pero la sombra de Beltrán Leyva no sólo afectó al gobernador, sino a la clase política en general. Francisco Moreno Merino, diputado federal priista y alguna vez aspirante a suceder a Marco Adame estuvo bajo sospecha.
El 21 de marzo del 2010 un comando armado derribó con una camioneta la puerta del inmueble localizado en el Fraccionamiento Quintas Martha, mismo que sirvió de casa de campaña de Moreno Merino. Los sujetos realizaron alrededor de 200 disparos con armas AK 47, quemaron muebles, computadoras y documentos, para después dejar una cartulina blanca con el siguiente mensaje:
“Así van a terminar todas las propiedades de los que apoyan al homosexual Édgar Valdez Villarreal (Barby). Atte. La Empresa”.
Una cartulina con las mismas características fue dejada esa misma noche en un taller mecánico de la colonia Flores Magón, después de incendiarlo.
No obstante que el mensaje era claro al señalar a Moreno Merino como protector del capo que sería detenido meses después, el legislador federal lo manejó a su conveniencia. De inmediato acudió a la sede de la 24 Zona Militar para solicitar la protección que hasta el momento mantiene tanto en su casa como de manera personal. En entrevistas, atribuyó el ataque a que “he levantado mucho la voz de diversos hechos delictivos que han ocurrido aquí en el estado, y éstas son las consecuencias”.
Diez años después, el doctor Marco Adame Castillo ocupa la vicepresidencia del Congreso de la Unión y con muchas posibilidades de llegar a la máxima representación en esa institución, bajo las siglas del Partido Acción Nacional.
Y Francisco Moreno Merino acaba de “destaparse” como aspirante a buscar la presidencia municipal de Cuernavaca por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Asegura que “salió limpio” de la LII Legislatura en la que fue presidente de la Mesa Directiva.
Si el partido tricolor no lo postula, bien pudiera lanzarlo el Partido de la Revolución Democrática, pues si alguien defendió a capa y espada al gobernador perredista Graco Ramírez fue precisamente Moreno Merino, incluso ya había aceptado un cargo en el Poder Ejecutivo.
HASTA MAÑANA.