La argumentación discursiva fue teniendo matices que claramente no eran los argumentos que en esos momentos ejemplificaban las diferencias en las posturas de candidatos y de partidos. Se recurrió a viejos argumentos y a posiciones ideológicas tradicionales que en realidad no reflejaban lo que estaba sucediendo. La realidad es que la sociedad norteamericana ha sufrido una gran transformación que explica los resultados de esa contienda.
La sociedad contemporánea es más compleja de lo que se cree. Johan Galtung, el sociólogo noruego ha postulado que la sociedad contemporánea está compuesta de estadías de desarrollo o civilizaciones, como el las llama, que comparten espacio y tiempo. Esto se vio en el proceso electoral cuando las televisoras empezaron a mostrar los mapas. Era muy claro que las dos costas eran demócratas y el centro del país era republicano. Esto es comprensible porque las costas están más expuestas a ideas y prácticas más abiertas porque están orientadas hacia el exterior, en cambio el centro del país está más aislado por lo mismo es más tradicional.
A medida que avanzaba el proceso la situación se hacía más marcada, los comentaristas lo interpretaron como que las costas eran más liberales y el centro más conservador. En parte tenían razón, pero la realidad es que se trataba de dos sociedades culturalmente diferenciadas y respondían a los discursos de los candidatos de acuerdo a sus propias ópticas, de manera que el mapa que presentaban correspondía a las formas de pensar de dos concepciones sociales diferentes.
Más avanzada la noche, cuando entraron en detalle y empezaron a ver estados cruciales como Ohio y Colorado se vio una diferenciación más. Se empezaron a contrastar las regiones de esos estados y se vio que la votación se diferenciaba profundamente cuando se contrastaban los resultados de la parte rural con las partes urbanas, a mayor concentración de la población el voto se inclinaba más a lo liberal que a lo conservador. Esto es que lo rural y lo urbano se diferenciaban marcadamente y eso vino a inclinar la balanza haca el candidato más liberal, lo que explica en gran parte el concepto de “swing states” (estados columpio) que tanto manejaron los politólogos durante la campaña y el día del proceso electoral.
El resultado de la elección responde más a estas realidades sociológicas que a los temas que se abordaron durante los debates y en los discursos de campaña. Durante la larga campaña y los comentarios sobre los problemas del país: la crisis de desempleo, la deuda fiscal, los múltiples problemas militares que confronta en distintos frentes que, discutidos, pero a la hora de votar fueron más fuertes los argumentos sociológicos que los verdaderos problemas del país. Eso es natural, las ópticas con que se analizan los problemas están basadas en su percepción o sea su forma de ver el mundo y la vida. La visión que nos da el ver las opciones desde un punto de vista rural o urbano hace toda la diferencia.
Lo que hay que ver es si estas elecciones hacen que los partidos políticos evolucionen o si van a quedarse con la parte de los votantes que los apoyaron en esta ocasión. La sociedad norteamericana está cambiando rápidamente, las minorías (afroamericanas, latinas judías, orientales, etc.) hacen un electorado cada vez más complicado para hacer una oferta política que tenga posibilidades de alcanzar las mayorías necesarias en el futuro para mantenerse como una sociedad viable.
Es claro que se tienen que adaptar los análisis a las realidades del país y que las viejas clasificaciones de liberal y conservador ya no responden a la realidad del electorado. Esta es una realidad que deberá ser tomada en cuenta por candidatos y partidos ya que, en esta ocasión, las ideologías tradicionales no fueron las que determinaron el resultado. La Ciencia Política tendrá que encontrar nuevos métodos de análisis y nuevos paradigmas para ser de utilidad en los procesos electorales.