Obama enfrenta serios problemas con su popularidad y los republicanos como que le han tomado la medida. En México, el presidente Calderón evidencia estados de ánimo que no retratan a un jefe de Estado vigoroso: ha confundido la palabra enérgica con el grito casi chillón.
Interesante e importante el trabajo principal de la revista que hizo Julio Scherer y hoy bien dirige el buen Rafael Rodríguez Castañeda. Tienen que leerlo para tomar el sabor del guiso que nos viene: la guerra preelectoral y la misma contienda el primero de julio del año que se acerca cada vez más, apenas ocho meses y unos días, lo que nos señala que los gobiernos en sus tres niveles han terminado en cuanto al usufructo del poder sabroso y entran en las movedizas arenas de poner el orden administrativo y, sobre todo, justificar que hicieron las cosas bien. El que se equivocó ya no tiene tiempo.
Sí, existen…
Del 2006 al 2010 hubo 142 homicidios en contra de mujeres en Morelos. Y del 2010 a la fecha han sucedido 37, según reporta la Procuraduría General del estado con base en fuentes periodísticas como Reforma, Universal y Milenio, además de la Fiscalía de Homicidios contra Mujeres y Delitos Sexuales. Sí existe el delito que ubicó a Morelos en ese cuatrienio en el lugar 14 de las 32 entidades federativas. Imposible negarlo.
Aparte, territorialmente no se compara con el Estado de México, Chihuahua y el Distrito Federal que tienen los tres primeros lugares en feminicidios.
Es obligación de las autoridades pelear con todo en este tipo de delitos contra un sector vulnerable y hacer la dimensión justa a la grave problemática. No es cosa de tamaños, superficies o sociedades convulsionadas, como tampoco hay que perderle la vista a personajes que gustan “montarse” en peticiones que llevan un peso tan fuerte que no requieren de oportunismos. Sí, que se aclaren los homicidios de mujeres en Morelos y en todo el país. Y mejor que los datos sean precisos y estén abiertos a todo el que guste. Pero mejor si se aprehende a los autores de estos actos cobardes.
Jueces en sospecha
Una nota en el periódico Reforma hace cuatro días encabezaba: “Cárcel a jueces corruptos”. Si así fuese, cuando menos la mitad de los administradores de la justicia estarían tras las rejas, pero para su fortuna no es así. Hace unas semanas comentamos lo que hizo una señora juez que validó falsificaciones en contra de un conocido comerciante para que un usurero de apellido Valverde le cobrara lo que nunca le prestó. Y lo más serio: una sala del Poder Judicial Federal lo validó. No sabemos qué sueldo tengan los jueces, pero un solo caso ponemos de ejemplo: uno de estos servidores que vive en la avenida Lázaro Cárdenas en Jiquilpan con una modesta entrada que pareciera la residencia de siempre pero por dentro es un palacete.
Una propiedad de varios millones de pesos que hace cinco años no valía más de medio millón.
Hablamos de un solo juez. Imagínense los que liberaron al Júnior Sarquiz o los que en el DF condenaron a cuatro años de prisión a un funcionario de la CFE que se robó del erario más de 300 millones de pesos.
Es un tema que merece mayores datos y esperamos compartirlos pronto. En tanto, menuda tarea tiene enfrente el magistrado presidente Miguel Ángel Falcón Vega que, se le nota, tiene buenas intenciones, sólo falta que lo dejen “las mafias”.